Bolsonaro alista un gabinete de CEOs, militares y políticos
El ex capitán del Ejército encabeza los sondeos con el 58%. Anunció a tres de sus ministros: Guedes estará a cargo de Hacienda, el general Heleno, de Defensa, y Onyx Lorenzoni será jefe de la Casa Civil.
Encaramado sobre una abultada diferencia de 18 millones de votos, Jair Messias Bolsonaro envió las primeras señales sobre cuál será su elenco de gobierno, con guiños a los mercados, a las Fuerzas Armadas y a los políticos tradicionales. Sin experiencia en gobierno y con pocos cuadros en su partido, Bolsonaro tendrá en su principal espada económica al neoliberal Paulo Guedes, quien será su ministro de Hacienda.
El diputado federal Onyx Lorenzoni, en tanto, será su jefe de gabinete, mientras que el general Augusto Heleno ocupará la cartera de Defensa.
El candidato ultraderechista anunció el jueves que limitará su gabinete a quince ministerios, casi la mitad de los que existen en la actualidad. Según informó esta semana Folha de S. Paulo, Bolsonaro evalúa también convocar a ejecutivos de bancos, inversoras y mineras. Entre ellos, estarían Alexandre Bettamio, presidente para América Latina del Bank of America; Maria Silvia Bastos Marques, presidenta de Goldman Sachs en Brasil; y Roberto Castello Branco, ex ejecutivo de Vale. Al igual que Mauricio Macri, el ex capitán del Ejército quiere convocar a hombres del sector privado para que un equipo de CEOs se ponga al frente de la administración pública. “Bolsonaro, en su tentativa de proyectarse como diferente y nuevo, anunció que designará especialistas para conformar un gobierno de notables. A la hora de nombrar el gabinete eso será difícil. El también necesitará alianzas en el Congreso. Lo que está haciendo ahora es parte del juego electoral”, afirmó a PERFIL Oliver Stuenkel, profesor de Relación Internacionales de la Fundación Getulio Vargas. La bancada del Partido Social Liberal (PSL) contará con 52 diputados de 513 y cuatro senadores sobre 81. Si es electo presidente, el ex capitán del Ejército deberá tejer acuerdos con otros partidos, como marca el “presidencialismo de coalición” que impera en Brasil desde el retorno de la democracia. Al respecto, Lorenzoni afirmó que “si el pueblo brasileño lo decide”, el equipo del candidato trabajará a partir del 29 de octubre para poner en práctica los “conceptos” de su programa de gobierno. Algunos de ellos, indudablemente, contarán con el apoyo de la bancada de las tres B (buey, Biblia y bala), que agrupan a legisladores que responden a los terratenientes, a las Iglesias evangélicas y a votantes cuya principal preocupación es la seguridad. Militares. La tercera pata de su gabinete serán cuadros de las Fuerzas Armadas, encabezados por el controvertido candidato a vicepresidente, el general retirado Antonio Hamilton Mourao. Se especula que habrá al menos cuatro o cinco militares, aunque por el momento el único confirmado es Heleno. “La influencia de los militares ha aumentado en Brasil en los últimos años. Vimos generales que se manifestaron sobre asuntos explícitamente políticos, algo que no había ocurrido durante los años de Lula. Personalmente, no creo que exista peligro de una intervención militar. Hay preocupación dentro de la familia militar de que un mal gobierno de Bolsonaro puede afectar negativamente la reputación de las Fuerzas Armadas en Brasil”, agregó Stuenkel.
Si Bolsonaro es electo, deberá tejer acuerdos con otros partidos en el Congreso
Ventaja. Según la última encuesta de Datafolha, el candidato de extrema derecha alcanzaría un 58% de intención de voto, mientras que su rival, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), cosecharía un 42%.
En su primer spot de campaña tras la primera vuelta, Bolsonaro apeló a la campaña del miedo, al alertar que “el rojo jamás fue el color de la esperanza, sino una señal de alerta para despertar a Brasil”. Con imágenes de Fidel Castro y del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, el aviso, difundido por radio y televisión, retrató a un país “al borde del abismo”, que se convertiría en Cuba o Venezuela si Haddad ganara las elecciones.
Los dos candidatos presidenciales tendrán dos bloques diarios de cinco minutos. A dos semanas del ballottage más trascendental desde el retorno de la democracia, Bolsonaro envía mensajes a los mercados y los militares, sin descuidar a los políticos profesionales.