BORRON Y CUENTA NUEVA
No creo que los clubes argentinos se nieguen a cederles jugadores a la Selección argentina como muchos dicen, porque, por el contrario, son los principales interesados en que sus jugadores se muestren con la casaca nacional para aumentar su cotización.
Lo que pasa es que estos partidos amistosos cercanos a una Copa Libertadores en la que tanto River como Boca están disputando las instancias definitorias son contraproducentes y obligan a los dirigentes a pensar primero en sus clubes, antes que en la Selección.
A mí me pasó algo parecido cuando en 1975 el Flaco Menotti me convocó para la Selección Juvenil que ganó el Esperanza, en Toulon, Francia. Como Independiente tenía que jugar la final de la Libertadores, los dirigentes no me dejaron ir, y yo fui el principal damnificado porque estuve un tiempo largo sin que me volvieran a llamar.
Si no hay interés de la gente por esta Selección es porque venimos de otro fracaso en el Mundial de Rusia que se suma a las otras tres finales perdidas por jugadores que ya cumplieron un ciclo. El único que tiene la puerta abierta para entrar y salir cuando quiera es Messi porque es el mejor jugador del mundo.
Si bien los dirigentes de la AFA ya tendrían que haber elegido al nuevo técnico para que pueda tener cuatro años de trabajo como corresponde, no lo hicieron porque ninguno de los que a ellos les gustan quiere agarrar, ya sea porque tienen trabajo acá o porque están triunfando en el fútbol europeo. Se terminaron los técnicos históricos y, como en el caso de los jugadores, hay que darle lugar a los de la nueva generación. Es hora de hacer borrón y cuenta nueva para conformar una Selección argentina que recupere prestigio internacional. * Campeón del mundo en 1978.