El acopio se suma a las buenas prácticas
La Federación de Acopiadores de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ya lo había anticipado en la última edición de “A Todo Trigo”, cuando desafiaron a sus propios miembros para sumar un detalle superador: el de homologar buenas prácticas agrícolas durante el acondicionamiento y acopio de cereales. La medida finalmente comenzó a cristalizarse esta semana cuando la Federación de Acopiadores, el
IRAM y el INTI firmaron un convenio de cooperación que formaliza la aplicación de un manual de trabajo para las más de 1000 empresas del rubro que existen en el país.
La implementación de un manual de Buenas Prácticas Agrícolas en el acopio contempla una serie de procedimientos clave que permiten mitigar el impacto ambiental, asegurar el cuidado de las personas y la calidad de los granos que pasan por las plantas, además de afianzar el nivel de la marca argentina en el mundo. Si el acopiador se pregunta desde su lugar de actividad para qué y por qué debería certificar estas buenas prácticas, vale considerar lo que dijo Javier Ibañez, presidente del INTI: “Trabajar con buenas prácticas ayuda a eficientizar las tareas y mejorar el producto, y por ende a toda la empresa”, consideró al referirse a la incorporación de las tecnologías, procedimientos y normativas que estandarizan la manera de trabajar y redundan en mayor valor agregado para toda la cadena de valor. Como si fuera poco, a medida que pasa el tiempo vemos como crecen las exigencias de los consumidores respecto de la forma en que han sido producidos los alimentos que consumen. Y esto engloba a toda la cadena de producción de alimentos. En poco tiempo veremos que simplemente no será sólo un “detalle” que influya en la decisión de compra del consumidor, sino un requisito “indelegable” para el consumo.
Acopiadores, INTI e IRAM firmaron convenio para aplicar buenas prácticas en acopio.