MADE IN CHUBUT
Con la cordillera de fondo y muy cerca de Esquel, varias hectáreas están tapizadas de 27 variedades de tulipanes que son una atracción turística sin par.
Comenzó en 1996 con un ramillete de bulbos. Y resultó. Así fue como Juan Carlos Ledesma comprobó que la idea de convertir Chubut es una sucursal de Keukenhof, paraíso de los tulipanes holandeses, podía dejar de ser una fantasía. Hasta el día de hoy, la zona irrigada por los ríos Nant, Fall y Percy, afluentes del río Futaleufú, regala a los turistas una postal que podría ser de los Países Bajos, pero que es un orgullo de la agricultura nacional. Para procurarse un medio de vida, Ledesma comenzó sembrando 800 metros cuadrados y en sus mejores tiempos, con ayuda de su familia, que trabajaba a la par, llegó a contar con seis hectáreas tapizadas de colores en el mes de octubre, cuando las plantas están en plena floración. Sin embargo, la erupción del volcán Puyehue, casi una década atrás, los obligó a retroceder y actualmente sostienen el emprendimiento en la mitad de la superficie original. La plantación puede recorrerse para admirar desde cerca la explosión de tanta belleza. Las visitas guiadas oscilan entre 15 minutos y un tiempo casi ilimitado, según sea el interés de los visitantes. Hoy en día, consciente del atractivo que el lugar despierta entre el turismo internacional y local, la misma secretaría de turismo de Esquel fomenta la visita de la zona, accesible desde el kilómetro 50 de la ruta 259, rumbo a Chile, donde se encuentra, del otro lado de los Andes, la Región de los Lagos.
Con inviernos casi tan fríos como los holandeses y primaveras tan templadas como las próximas al Mar del Norte, toda el área, que sólo se encuentra a 25 kilómetros de Esquel y 12 kilómetros de Trevelin resultó ser un suelo inigualablemente propicio para el emprendimiento. El lugar, cabe aclarar, sólo es accesible con vehículo, entre las 8 y las 18 hs. Comparativamente la plantación es pequeña, en relación a las de Turquía y Holanda, pero a pesar de eso se ha logrado desarrollar una variedad de 27 especies diferentes de tulipanes. Al retirarse del predio, los visitantes pueden llevarse tulipanes cortados, dispuestos en canastos junto a la puerta de salida. Un pequeño gran gesto ya que buena parte de su producción está destinada a la venta.