La UCR ratificó su apoyo pero pidió terminar con la “agenda del ajuste”
En el Hotel Presidente, en pleno microcentro, los máximos dirigentes de la UCR definieron ayer el futuro del partido dentro de Cambiemos. El cónclave tuvo un resultado claro: con algunas “observaciones” en materia económica y social, ratificaron su pertenencia a la fuerza gobernante y desestimaron los fantasmas de un quiebre próximo.
La misión era clara. El radicalismo buscó realizar un diagnóstico de su performance, influencia dentro del colectivo Cambiemos y analizar el impacto en sus bases de la coyuntura económica. Por eso, desde el mediodía se reunieron todos los presidentes de distrito, diputados y senadores nacionales. El presidente del partido y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, fue tajante como único orador: “Ratificamos nuestra pertenencia a Cambiemos”. Además, reforzó el proyecto para que los jueces paguen Ganancias.
Con concurrencia moderada, el titular de la UCR fue enfático al cerrar filas con el Gobierno, pero también aprovechó el cónclave para marcar la cancha: “Es hora de empezar a hablar de la agenda del crecimiento y del desarrollo. La agenda del ajuste llegó a su fin”. A su vez, disparó una crítica elíptica a la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, por su relación y financiamiento con los movimientos sociales: “El Gobierno financia movimientos de protesta y ese es un error grave. Hay que terminarlo”. Un dirigente de peso sostuvo en reserva que esto “es un juego de doble comando que continúa pecando lo mismo que critica el Gobierno del kirchnerismo”.
Escoltado por Gerardo Morales, Mario Negri y Ramón Mestre, Cornejo dejó abierta la puerta a una eventual fórmula radical que se anime a competirle a la candidatura presidencial de Mauricio Macri. “No tenemos una decisión tomada, aunque no descartamos esa posibilidad. En lo personal creo que en donde el radicalismo tenga una mejor performance electoral, el PRO debe respetar eso”. Por el recinto merodeaban Martín Lousteau y Enrique “Coti” Nosiglia.
El documento final (cuyos arreglos últimos fueron ejecutados por Morales y el tucumano José Cano) se llamó “Responsabilidad, compromiso y transformación”, y sostiene que “el cambio no es un atributo de una coalición política, es una demanda social, y será posible en tanto la sociedad comprenda y acompañe las reformas que se llevan adelante”.
Cornejo no evitó referirse a Elisa Carrió, quien protagonizó varios focos de tensión con el Gobierno. “Es un activo dentro de Cambiemos. Valoramos mucho su presencia, aunque quiero decir que creemos que los dichos de (Germán) Garavano fueron descontextualizados. Este combate desdibuja otros activos de nuestra fuerza en la lucha contra la corrupción. Si hubiese ganado (Daniel) Scioli, no estarían presos De Vido, Boudou y Jaime”.
“El Gobierno financia movimientos de protesta y ese es un error grave.”