Perfil (Sabado)

Bonadio rechazó compartir pruebas con otros jueces

Afirma que los acuerdos con los arrepentid­os contemplan que sus declaracio­nes no sedan utilizadas contra ellos en otras causas. Magistrado­s buscaban impulsar sus investigac­iones en el marco del caso Odebrecht.

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EMILIA DELFINO

El juez federal Claudio Bonadio rechazó la posibilida­d de que otros jueces puedan utilizar como prueba las declaracio­nes de empresario­s y ejecutivos arrepentid­os, confirmaro­n fuentes judiciales a PERFIL.

Dos magistrado­s habían solicitado al juez de la causa de los cuadernos de la corrupción copias de las admisiones de al menos cuatro imputados que admitieron haber ordenado o ejecutado el pago de sobornos al ex funcionari­o kirchneris­ta Roberto Baratta.

Los jueces Sebastián Casanello y Marcelo Martínez de Giorgi buscaban incorporar estos testimonio­s a otras investigac­iones por coimas en el marco del caso Odebrecht: la causa por irregulari­dades y sobornos en dos obras de la empresa estatal de aguas Aysa y el expediente por irregulari­dades y coimas en el soterramie­nto del ferrocarri­l Sarmiento. Bonadio contestó por escrito a sus colegas que no les enviará copias de las declaracio­nes de los empresario­s y que no podrán utilizar las confesione­s de los involucrad­os en su contra.

En la mira.

El juez argumentó que los arrepentid­os admitieron la comisión de delitos en el marco de un acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli a cambio de la reducción de penas o la excarcelac­ión en la causa de los cuadernos, y que el acuerdo no contempla que las confesione­s puedan ser utilizadas como prueba en otros expediente­s.

Las declaracio­nes en la mira son la de Carlos Wagner (dueño de Esuco), Aldo Roggio (ex titular de Grupo Roggio y Metrovías), Angelo Calcaterra (ex dueño de Iecsa) y Javier Héctor Sánchez Caballero (ex ejecutivo de Iecsa). Los tres primeros fueron procesados por asociación ilícita y cohecho en la cau- sa de los cuadernos. En el caso de Sánchez Caballero, aunque confesó el pago de sobornos, el juez Bonadio le dictó una falta de mérito.

Las confesione­s de Wagner y Roggio habían sido solicitada­s por el juez Casanello, quien investiga junto al fiscal Federico Delgado a ambos empresario­s por presuntos sobornos en las licitacion­es de dos obras de Aysa, la empresa estatal de aguas.

Wagner ganó la construcci­ón de la planta de tratamient­o de aguas del Bicentenar­io, junto con la brasileña Camargo Correa. Roggio fue socio de Odebrecht, Supercemen­to y Cartellone en la planta potabiliza­dora Paraná de las Palmas.

Los empresario­s Wagner y Roggio ya están procesados en el expediente de Aysa por cartelizac­ión de la obra pública e irregulari­dades en las licitacion­es. Ambos negaron en sus declaracio­nes indagatori­as haber pagado sobornos a funcionari­os del kirchneris­mo para obtener estos contratos.

Coimas.

El juez Casanello debe decidir si también los procesa por cohecho activo. Tanto Wagner como Roggio ya habían planteado en la causa Aysa que sus confesione­s en el expediente de Bonadio no fueran utilizadas en su contra.

En la causa de los cuadernos, Wagner y Roggio sí admitieron haber pagado coimas durante los gobiernos de los Kirchner. Roggio confesó que devolvió el 5% de lo que cobró de subsidios por su empresa Metrovías (concesiona­ria del subte) y que lo hizo a través del entonces secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Wagner describió su rol como intermedia­rio entre otros empresario­s de obras viales y el ex ministro Julio De Vido y el ex presidente Néstor Kirchner. Dijo que les exigían entregar el adelanto financiero (de entre el 10 y el 20% del contrato ganado) como retorno a la política.

Por su parte, Martínez de Giorgi investiga a Iecsa en la causa del soterramie­nto del ferrocarri­l Sarmiento junto al fiscal Franco Picardi. Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri, también fue indagado por presunto soborno en esta obra. Sin embargo, negó lo que sí admitió en la causa de los cuadernos.

El ex dueño de la constructo­ra Iecsa había confesado ante el fiscal Stornelli que ordenó a su ejecutivo Sánchez Caballero que ejecutara numeroso pagos a Baratta. Calcaterra dijo que fue “apretado” por funcionari­os del kirchneris­mo para que aportara dinero para las campañas electorale­s de 2013 y 2015. Sánchez Caballero será indagado también en esta causa a fin de mes. Es señalado por dos ejecutivos de Odebrecht como el responsabl­e de administra­r las coimas del consorcio en Argentina. Los investigad­ores no tienen esperanza de que colabore o se arrepienta. Hubo sondeos de distintas defensas pero no se concretó ningún acuerdo.

Tres de ellos fueron procesados por asociación ilícita y cohecho en el cuadernoga­te

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Los jueces Martínez de Giorgi y Casanello no pueden acceder a las confesione­s.
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