Por temor a nuevas crisis externas, el Gobierno sostendrá las tasas altas
En el Gobierno creen que ante un contexto internacional que se presenta más adverso en las últimas semanas para los países emergentes –entre otros factores, por la suba de la tasa de interés de los Estados Unidos y las previsiones de que subiría más rápido– no hay más remedio que mantener la fuerte restricción monetaria.
La tasa de referencia monetaria que surge de las licitaciones de Letras de Liquidez (Leliq) que el BCRA coloca a 7 días entre las entidades bancarias cerró ayer en 72,88% la de corte promedio, aunque la máxima adjudicada fue de 73,89%, niveles asfixiantes para el costo de financiamiento de las empresas. El Comité de Política Monetaria del BCRA planteó en su último comunicado que la tasa mínima de las Leliq se mantendrá por arriba del 60% hasta diciembre. La expectativa de los empresarios es que hacia fin de año y de mantenerse la actual estabilidad cambiaria, la tasa empiece a bajar. Pero en la conducción económica asumen el costo de la recesión, porque entienden que están ante una posible espiralización de los precios. Y el dato de inflación mayorista de septiembre los convenció de que no pueden relajarse. “Nos encantaría fomentar el crédito, pero hoy el riesgo es muy grande”, dicen.
¿Baja la tasa? Esa pregunta flota entre los empresarios. Miembros del equipo económico y del Banco Central en reuniones que mantuvieron esta semana con algunos fondos comunes de inversión y empresarios locales dejaron entrever que las tasas se mantendrían en el nivel de 60% por más tiempo, alegando que el escenario global se está volviendo complejo. “Los empresarios locales preguntaron cuándo va a bajar la tasa, y lo que se deslizó en la respuesta fue que para adoptar la decisión de una baja inferior al 60%, habrá primero que consensuarla con el Fondo Monetario Internacional, quedó la duda de cuándo van a bajar las tasas”, comentó una fuente que planteó que el FMI quiere que el Gobierno use la tasa y los agregados monetarios para frenar la inflación.
En ese sentido, especuló con la posibilidad de que alguna mención a esa cuestión pueda figurar como cláusula en la nueva carta de intención que se conocerá una vez que el directorio del organismo internacional apruebe formalmente el acuerdo con Argentina. Esa reunión será el próximo viernes en Washington. También consideró que “no es casual” que ahora habrá un representante del FMI en Buenos Aires, el economista jamaiquino Trevor Alleyne.
En el BCRA priorizan evitar otra crisis que abaratar el crédito para reactivar