Europa lanza su primera misión de exploración para estudiar a Mercurio
Con instrumentos diseñados por investigadores de la Agencia Espacial Europea y de Japón, los módulos estudiarán el campo magnético del cuerpo celeste vecino del Sol.
A bordo del cohete Ariane 5 desde Guayana Francesa estaba programado para las 22.45 de ayer, en horario local, el lanzamiento de BepiColombo, la primera misión a Mercurio de la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). El viaje durará siete años y en Argentina se encuentra una de las antenas que se comunicará con la nave e instrumentos durante toda la misión.
El objetivo de BepiColombo es estudiar el origen del campo magnético del planeta, la magnetosfera y su interacción con el viento solar y la composición química de la superficie. El interés de la ESA se basa en que “entender Mercurio es crucial para tener una mejor comprensión de los comienzos del Sistema Solar y de la formación de la Tierra”.
Para eso, lleva el Orbitador Magnetosférico de Mercurio (MMO) de JAXA y el Orbitador Planetario de Mercurio (MPO) de la ESA. Ambos satélites viajarán juntos como una sola nave hasta llegar a destino donde se separarán. El MPO cuenta con instrumentos destinados a obtener detalles de la geología, morfología, topografía y composición mineral de la superficie, mientras que el MMO se centrará en el campo magnético.
La comunicación de la na- ve con la Tierra se mantendrá a través de tres antenas de Espacio Profundo de la ESA ubicadas en Australia, España y en Argentina. Estaba programado que la estación mendocina de seguimiento de satélites de Malargüe se comunique por primera vez con BepiColombo cuatro ho- ras después del lanzamiento.
“Desde que se lanza la sonda hasta que llega a su modo de crucero es fundamental establecer telemetría y telecomandos con BepiColombo por lo que estará en permanente contacto con las tres estaciones las primeras 72 horas. Después de eso la operación entra en una fase rutinaria”, explicó Diego Pazos, director de operaciones en Telespazio, empresa que le brinda el servicio a la ESA en la estación Malargüe.
La nave espacial compuesta por los dos satélites y el módulo de transferencia llegará a Mercurio a través de la combinación de un sistema de propulsión eléctrica solar y el uso de la aceleración quepuedeproveer el campo gravitatorio de los planetas que sobrevuela la Tierra, dos veces Venus y seis Mercurio hasta llegar a su órbita en diciembre de 2025. Algunos de los instrumentos de los dos orbitadores podrán ser utilizados durante el modo crucero con el fin de obtener datos científicos de Venus.
“La Conae y el Instituto de Astronomía y Física del Espacio conformarán un grupo multidisciplinario de especialistas argentinos que están interesados en la misión para procesar los datos científicos durante la etapa de los dos sobrevuelos de Venus y desde la órbita de Mercurio”, adelantó Stanislav Makarchuk, responsable de Cooperación en Proyectos Internacionales de la Conae. “Para tal fin, se está negociando con la ESA la posibilidad de integrar el grupo de investigadores de BepiColombo”, agregó.