El PBI chino sufre la caída más dura desde la crisis de 2009
En medio de la guerra comercial con los Estados Unidos, el crecimiento de la economía china se desaceleró hasta el 6,5% en el tercer trimestre de 2018, su peor resultado trimestral desde la crisis financiera global de 2009, según datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadísticas.
La actividad económica en China padece los efectos de la disputa arancelaria entre Beijing y Washington. La administración Trump fijó desde julio impuestos a las importaciones chinas por un valor de 250 mil millones de dólares anuales, lo que provocó represalias del gobierno de Xi Jinping contra bienes estadounidenses por 110 mil millones de dólares.
La guerra comercial ensombrece una coyuntura ya de por sí delicada para China, cuyas autoridades económicas están embarcadas en un esfuerzo para frenar la suba de la deuda total que ya representa el 250% del PBI del país.
Desde el año pasado, el gobierno ha endurecido las condiciones del crédito y presiona a las autoridades provinciales y locales para que restrinjan el gasto público. Lo cual ha teni- do un impacto directo sobre las grandes obras de infraestructura, el sector inmobiliario y el financiamiento empresarial.
Otra señal del enfriamiento es que las inversiones en capital fijo, termómetro del gasto en infraestructura, siguen estancadas.
En ese marco, la única buena noticia de los datos publicados ayer es que las ventas minoristas, que reflejan el consumo y el estado del mercado interno, mantienen su vigor: tuvieron un crecimiento interanual de 9,2% en septiembre, dos décimas porcentuales más que el mes anterior.