Buenas noticias desde la biotecnología
La campaña pasada de soja fue uno de los peores ciclos agrícolas por la sequía.
La campaña pasada de soja fue uno de los peores ciclos para el sector agrícola en el que se perdieron más de 4.000 millones de dólares en la cosecha de la oleaginosa. Y, dada la importancia relativa del cultivo en las arcas fiscales, le significó al país la pérdida de un punto del PBI por la caída exponencial de las exportaciones. La condición de estrés hídrico fue el mayor contratiempo para el cultivo de la oleaginosa. Y dejó un tendal de deudas y de dudas entre los productores que, además de los cambios en el manejo agronómico que les supone enfrentar las malezas resistentes, en los últimos tiempos debieron agregar la necesidad de producir en un contexto de cambio climático.
Esta semana se conoció una noticia que puede cambiar la pérdida de cosecha que ocasiona la falta de lluvias. Algo ya había anticipado el juego Bioceres en el año 2015 cuan- do lanzó la soja tolerante a sequía y a un herbicida, el glufosinato de amonio. Tres años después logran dar un paso trascendental y apilarle un nuevo gen: la tolerancia al glifosato. Sabiendo que el 99% de la soja que se siembra en la Argentina es resistente a ese herbicida, la noticia de la aprobación de esta semana abre puertas muy importantes. Por lo pronto debe esperarse la aprobación de China para poder comercializar el evento con uno de los mayores clientes comerciales de la Argentina. Al mismo tiempo, hay mucho por hacerse. Comienzan las tareas para lograr la aprobación del gen en el resto de los países que hacen soja. Y el tema no menor de cobrar por la tecnología. ¿Llegará el Congreso a sancionar la Ley de Semillas antes de que se lance comercialmente el evento en 2019? Sin dudas, un tema del que toda la industria semillera está pendiente.