Se quebró el bloque de senadores de Pichetto por el Presupuesto 2019
Sus pares le endilgan al rionegrino que “juega solo para él”. Igual el Gobierno tendría el número para su aprobación.
La discusión por el Presupuesto 2019 en el Senado reavivó la interna en el bloque justicialista liderado por Miguel Pichetto, que ya había aflorado durante el tratamiento del proyecto para la interrupción legal del embarazo que finalmente no fue aprobado. “Juega solo para él, es Deportivo Pichetto”, ironizó en diálogo con PERFIL uno de los senadores molestos con los desmanejos del rionegrino, que mantiene constante diálogo con los negociadores del Gobierno pero que, según le cuestionan, no organiza reuniones de bloque para consensuar una postura.
Los primeros en pronunciarse en contra del Presupuesto, que ya cuenta con media sanción de Diputados, fueron los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin. La decisión se conoció en plena disputa con el gobernador Juan Manzur, que pone a ambos senadores más cerca de Cristina Kirchner y el bloque del Frente para la Victoria que del conglomerado del peronismo que conduce Pichetto. “Soy vicepresidenta de la comisión y el senador Pichetto no me ha hecho participar de ninguna reunión de negociación, no me ha consultado ni me ha preguntado”, se quejó Mirkin esta semana.
A la lista del rechazo se suman Omar Perotti (Santa Fe), Norma Durango y Daniel Lovera (La Pampa), Alfredo Luenzo (Chubut), José Mayans y María Teresa González (Formosa), a quienes se podrían sumar más legisladores y alcanzar la mitad del bloque justicialista que cuenta con 20 senadores puros.
Uno de los reproches que más se escucharon hacia Pichetto es la línea directa que estableció con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y con los diputados de Cambiemos Emilio Monzó y Nicolás Massot sobre la letra chica del Presupuesto, en sintonía con gobernadores como Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey, sin oír la voz de sus senadores.
“Fr iger io sale de la reunión con gobernadores y se cruza a hablar directamente con Pichetto”, relataron en el Congreso sobre el formato que tomó la negociación en las últimas semanas. La queja además es por la consideración de que el Presupuesto “no se puede tocar” luego de la media sanción en la Cámara baja.
“Somos una cámara revisora, no tenemos por qué hacer lo mismo, para eso cerremos la Cámara”, exageró su moles-
tia uno de los referentes del justicialismo que cree que Pichetto deberá reorganizar su tropa para 2019. En este caso, la moneda de cambio es una modificación del Impuesto a los Bienes Personales, que permitiría brindar una concesión a la oposición pero sin tocar el texto original del Presupuesto y evitar su retorno a Diputados.
Por ahora, el tema no preocupa al oficialismo, que cree que aún con una nueva división en el bloque del peronismo no kirchnerista alcanzará los votos necesarios para la sanción definitiva de la ley de leyes.