“En la Triple Frontera hay un antes y un después de la ministra Bullrich”
Luego de trascender la amenaza en video de un presunto grupo de sicarios del Comando Vermelho brasileño a la fiscal general de Paraguay, la reacción de repudio por parte de los fiscales argentinos y otros funcionarios judiciales no se hizo esperar. No solo porque también aquí han corrido la misma suerte por investigar al crimen organizado y sus lazos políticos sino porque suelen cooperar con sus pares guaraníes cuando se trata de atacar a esta clase de delito translatino.
“No caben dudas de que existe una correlación entre el cri- men organizado que opera en nuestros países y las amenazas cruzadas”, asevera Irma Llano, fiscal de la Unidad Especializada de Delitos Informáticos en Paraguay y que ha trabajado junto a la procuradora amenazada y la fiscal María Teresa Aguirre para desmantelar el Clan Barakat, en la Triple Frontera, sospechado de vínculos con Hezbollah.
—¿Hay vinculaciones con Argentina en el crimen organizado paraguayo?
—Totalmente; el crimen organizado cruza las fronteras. Paraguay, Brasil, Argentina, es impresionante cómo operan hoy las redes en el sur de Latinoamérica con base en la Triple Frontera. El fácil traslado de un país a otro país favorece sus actividades.
—¿Por qué es difícil desmantelar estas redes?
—La característica de estas personas es que tienen su nego- cio en Ciudad del Este pero viven en Foz de Iguazú y también están moviéndose en Iguazú, Argentina. Son personajes que aprovechan nuestras vulnerabilidades manipulando los documentos y el sistema. Explotan las debilidades de nuestros países para la comisión de delitos.
—¿Es eficiente la cooperación con las autoridades argentinas?
—Sí, hay una mesa tripartita que está dando resultados. De hecho, gracias a esa colaboración se han podido abortar varios hechos como un coche bomba que fue desarticulado en Ciudad del Este. Lo estaba armando el Comando Vermelho de Brasil en Ciudad del Este.
—¿Nota algún cambio en el trabajo con el actual gobierno en relación a años anteriores?
—Totalmente... existe un an- tes y un después de la ministra Patricia Bullrich en la Triple Frontera. Es importante destacar el trabajo que realizan la ministra y su equipo, los hombres de Gendarmería. Hoy existe un grupo de gente que tiene el ojo puesto en luchar contra el crimen organizado.
—Hay una sospecha que pende sobre Assad Barakat por participar de la logística del ataque a la AMIA, ¿en qué situación se encuentra hoy?
—Hoy sigue recluido en Foz de Iguazú, con un pedido de extradición en la Corte Suprema de Brasilia por parte de Paraguay, bajo el cargo de producción y uso de documentos públicos de contenido falso. En 2006, cuando lo arrestamos por primera vez por evasión de impuestos, había documentos que lo vinculaban a Hezbollah. Pero entonces no teníamos la ley que penalizaba ese delito.
“Hoy existe (en Argentina) gente con el ojo puesto en el crimen organizado.”