Recién el mes próximo la jueza empezaría a analizar las imágenes
A una semana del hallazgo de los restos del submarino ARA San Juan, 366 días después de su desaparición, la investigación del caso apunta al análisis de 67 mil imágenes del lugar donde fue hallado, 907 metros bajo el nivel del mar. En ese sentido, la protagonista de la jornada judicial de los últimos días volvió a ser la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, quien interviene en los dos expedientes que comenzaron tras la pérdida de contacto de la embarcación que navegaba con 44 tripulantes a bordo.
Tal como había adelantado PERFIL la semana pasada, la magistrada viajó a Buenos Aires y se reunió con el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el vicealmirante de la Armada José Luis Villán. Fue en el edificio de la fuerza, en el barrio de Retiro, donde Yáñez explicó, entre otros puntos, lo que espera reconstruir cuando tome contacto con las miles de imágenes que muestran la embarcación en el lecho marino. Eso podría suceder a comienzos del mes próximo, cuando lleguen a Buenos Aires, vía valija diplomática, desde Sudáfrica, los registros tomados por la embarcación Ocean Infinity, que encontró el submarino.
Con esa información, la magistrada busca saber qué pudo haber pasado para que la nave terminara en el fondo del mar en lugar de haber seguido su viaje con normalidad. También insistió en la importancia de que no haya filtraciones de datos, pero mucho menos de imágenes de la unidad. En ese sentido, ni el propio Aguad podría tomar contacto con ellas. En tanto, también se concretará la conformación de un cuerpo de peritos especializados para el análisis total de los hechos. Allí cada parte del proceso podrá poner su representante.
En noviembre de 2017, el ARA San Juan se dirigía de Ushuaia a Mar del Plata y su última comunicación con tierra fue el 15 de ese mes. Tras la pérdida de contacto se inició la búsqueda, de la que par-
La magistrada reclamó a Aguad y a la Armada que no haya filtraciones de datos
ticiparon fuerzas de distintas partes del mundo. La falta de resultados abrió en el juzgado de Yáñez una investigación que corre en paralelo a la principal y que apunta a saber si hubo irregularidades en el procedimiento. De momento, según pudo saber PERFIL, allí no habría nada que alerte sobre eso.
En la causa principal, para la Justicia es clave que también se preserve lo más posible el lugar en el que apareció la nave, con sus diferentes elementos repartidos en un amplio radio. Hasta ahora no hay proyectos para reflotar el casco, según anticipó el ministro de Defensa la semana pasada cuando anunció el hallazgo del submarino, y la Justicia deposita sus expectativas en los registros obtenidos por la empresa Ocean Infinity, encargada de la búsqueda que terminó hace una semana. La jueza considera muy poco probable poder reflotarlo, y cerca del expediente están cada vez más convencidos de que la nave implosionó, como se sospechó desde los primeros días.
Durante su paso por Buenos Aires, Yáñez también se reunió con miembros de la comisión bicameral.