España dice que vetará el pacto por su reclamo sobre Gibraltar
España recrudeció ayer su presión en la recta final de la negociación del Brexit al cuestionar la celebración de la cumbre europea de mañana para aprobar el acuerdo de divorcio con Reino Unido, si no obtiene “garantías” sobre su papel decisorio en la futura relación con Gibraltar.
“Las garantías aún no son suficientes y por tanto España mantiene el veto al Brexit”, dijo el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien subrayó que “si no hay acuerdo” sobre Gibraltar, “lo que va a ocurrir es que el Consejo Europeo muy probablemente no se celebre”.
Aunque legalmente el rechazo de España no impediría que el acuerdo del Brexit fuera ratificado, políticamente es muy delicado porque los 27 socios de la UE romperían su unidad en el primer divorcio con uno de sus miembros.
Pero una eventual anulación de la cumbre, a la que Sánchez no confirmó si asistiría en caso de no solucionarse su exigencia, acorta el tiempo para la ratificación del tratado de divorcio, algo especialmente delicado para el parlamento británico, y acerca de nuevo el riesgo de una separación sin acuerdo entre ambas partes.
Compromiso. Gibraltar, un pequeño territorio británi- co desde 1713 cuya soberanía reclama España, se ha convertido en el último escollo de la negociación, a pocos meses de que Londres ponga fin a más de cuatro décadas en la UE, el próximo 29 de marzo.
Madrid quiere blindar en los textos negociados el principio, aceptado por sus socios en abril de 2017, de que, tras el Brexit “ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo” de España.
La publicación la semana pasada del acuerdo de divorcio, negociado entre Londres y la Comisión Europea, hizo saltar las alarmas en Madrid porque, en su opinión, no garantizaba ese principio y, desde entonces, exige una solución para apoyarlo en la cumbre prevista para mañana.
Desde Bruselas, donde se llevan a cabo negociaciones a tres bandas entre la Comisión Europea, España y Reino Unido, el secretario de Estado español para la UE, Luis Marco Aguiriano, aseguró que una de las garantías sería un “compromiso” por escrito de Londres sobre el futuro papel de Madrid.
Además del “compromiso por escrito” de Londres, que según Aguiriano tendría un cierto valor jurídico, la otra parte de la solución sería una declaración política de los 27 países de la UE durante la cumbre, que no formaría parte de los acuerdos del Brexit pero que representaría un espaldarazo a Madrid.
Esta opción evitaría reabrir el acuerdo de divorcio ya negociado, que para muchos países de la UE supondría abrir una caja de Pandora a nuevos reclamos, pero, para España, “no se dan las garantías suficientes” en la solución en vías de negociación en Bruselas, recalcó Sánchez al término de una visita oficial a Cuba.
Según Jean-Claude Piris, ex jefe de los servicios jurídicos del Consejo de la UE, “en el terreno jurídico, no cambia nada si España está o no de acuerdo el domingo”. Si Sánchez lo rechaza, solo “será una advertencia política”, aseguró.
La convocatoria o anulación de las cumbres es competencia del jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras consultar con los otros mandatarios. Fuentes comunitarias no descartaron que la cita de mañana pueda ser aplazada.