La política migratoria, eje de la sucesión de Angela Merkel
Los tres candidatos a suceder a Angela Merkel al frente de su partido se distanciaron de la herencia de la canciller alemana en cuestión migratoria, y multiplican las propuestas polémicas sobre el tema, que golpeó duramente la popularidad de la líder democristiana.
En un panorama político agitado por la irrupción de la extrema derecha en el Parlamento y en los 16 estados federados del país, la campaña por la presidencia de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) gira en torno a la migración, un asunto particularmente sensible desde la acogida, en 2015, de cerca de un millón de refugiados sirios e iraquíes.
Los tres favoritos a la sucesión de Merkel, que renunció a volver a presentarse a la presidencia de su partido tras un nuevo revés electoral en elecciones regionales, tratan de desmarcarse lo máximo posible de quien es la líder del país desde hace 13 años.
El sustituto de Merkel se decidirá el 7 de diciembre con el voto de mil representantes del partido. El vencedor tendrá entonces muchas opciones para suceder también a Merkel en la cancillería en las próximas elecciones.
Populismo. En el marco de la campaña electoral, que a veces parece más una carrera contra el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), uno de los favoritos, Friedrich Merz llegó a arremeter contra el derecho de asilo, garantizado por la Constitución.
“Merz pretende estar guiado por la razón pero en realidad su enfoque es populista”, advirtió ayer el diario de izquierda
Tageszeitung. Criticado por todos los bandos, Merz se vio obligado después a suavizar sus palabras.
Gran favorito hace dos semanas, actualmente ha perdido fuerza en los sondeos, y se ubica detrás de Annegret Kramp-Karrenbauer, a la que llaman “la Merkel bis”, aunque también ha criticado a la canciller por no haber cerrado las fronteras a los migrantes en septiembre de 2015, y aboga por desalojos más rápidos.
Kramp-Karrenbauer afirmó que, en caso de duda, los sirios condenados por crímenes en Alemania deberían ser enviados de regreso a su país de origen, incluso si la guerra allí continúa.
El tercer candidato, Jens Spahn, ha basado su candidatura en la ruptura con la posición de Angela Merkel respecto a la migración, a pesar de ser uno de sus ministros.
Con un tono virulento, Spahn ataca regularmente a los que “disfrutan de los beneficios” sociales del sistema alemán mientras mantienen “el corazón en Turquía, Marruecos o Rusia”.
Spahn quiere que el pacto con la ONU sobre las migra- ciones, no vinculante, no sea adoptado por Alemania, tal como está previsto para el 10 y 11 de diciembre. Defendido por Angela Merkel, cuenta con el rechazo de varios países como Hungría, Austria, Polonia o Israel.