La influencia filofascista del peronismo
Un olvidado referente del naciona lismo argentino del siglo XX, Emilio Gutiérrez Herrero, influyó con sus ideas en los orígenes del peronismo. En 1937, fue cofundador de la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN), la organización filofascista más importante del país en los años de la Segunda Guerra Mundial, fue editor de su periódico Liberación, y desde allí impulsó las mayores movilizaciones en favor de la neutralidad argentina en el conflicto.
Admirador del falangismo español y partidario de la organización corporativa, pos- tuló el rol central de los sindicatos y enunció la consigna “Neutralidad, justicia social e independencia económica”, en contraposición a la de “Dios, patria y hogar”, que inspiraba al grupo. A él se le atribuyen las primeras referencias a “una patria libre, justa y soberana” y a “la liberación nacional”, que se convertirían en bases doctrinarias del justicialismo. Antes del golpe del 43 se alejó de la A lianza para fundar la Unión Cív ic a Nac iona l i sta, de escasa proyección, pero en cuyo local surgió en 1954 otro grupo que nucleó a los jóvenes aliancistas contrarios a la ruptura de Perón con la Iglesia: Tacuara.
Fue un ideólogo en el grupo que entonces integraban jóvenes que tomarían distintos caminos, como Rogelio García Lupo, Rodolfo Walsh, Jorge Lozano o Jorge R icardo Masetti, quien luego se convirtió en el primer guerrillero junto al Che Guevara. Entrevistado en 2007 por Rubén Furman para el libro
Puños y pistolas, dijo que la Alianza, grupo de choque del gobierno peronista hasta el 55, había tenido dos refundaciones tras la caída de Perón: Tacuara y Montoneros, a los que consideraba parte de una misma tradición político-cultural.
Su trayectoria ayuda a entender la definición del peronismo como un populismo capa z de perdurar y adaptarse a los cambios de época, contener los extremos del arco ideológico, desde la extrema derecha a la extrema izquierda, la génesis ideológica de varios de los grupos que participaron en la lucha ar mada en los años 60 y 70, así como los vasos comunicantes entre peronismo y antiperonismo. Falleció el 28 de enero de 2018, a dos días de cumplir 101 años, en Montevideo, donde estaba radicado desde comienzos de los años 50, cuando llegó como exiliado político por el conflicto entre Perón y los antig uos nacionalistas católicos que inicialmente lo habían respaldado y terminarían participando en su derrocamiento.