Perfil (Sabado)

El arte de selecciona­r actores

- PABLO INI* *Actor, director de castings.

Como director de casting soy libre y creo en no tener prejuicios al pensar en un elenco, pero siempre partiendo de un punto de vista claro del proyecto. Intentamos que las búsquedas sean lo más abiertas e inclusivas posibles y poder abrir el juego de la imaginació­n ya que el casting define el proyecto.

En el caso de las biopics hay un elemento determinan­te: ya existe una referencia del personaje, pero el parecido físico no es lo único importante: hay que captar su esencia y encontrar a quien nos permita imaginar a esa persona que ya conocimos: el actor y su instrument­o son lo mismo, o sea que uno elige a una persona para contar a otra.

En Monzón la búsqueda comenzó cuando todavía los libros no estaban listos, ni había director aún. La primera impresión con los productore­s fue: “Hay que encontrar a Monzón o no hay serie”. La búsqueda debía ser exhaustiva. La convocator­ia fue a nivel nacional e internacio­nal, incluyendo boxeadores. Pero a la semana de arrancar mandé un mensaje a los productore­s con dos fotos de Mauricio Paniagua con el Barrio 31 de fondo: “¡Es él! Es actor y boxea” Luego de preselecci­onar por foto a más de tresciento­s candidatos, comenzó la primera etapa de audiciones: dos minutos de boxeo y una entrevista en la cual les pedía a los actores que no hicieran una imitación, sino que imaginen su propio Monzón sin forzar. “No acting please”. Mauricio pasó por varias pruebas para evaluarlo actoralmen­te y ver cómo respondía al ser dirigido, pero durante esos meses la búsqueda no se dio por finalizada, aunque yo sa- bía que él iba a ser Monzón. Pero el trabajo como director de casting no consiste solo en cubrir un rol, sino también lograr que todo el equipo artístico pueda ver lo mismo que nosotros y a veces eso lleva más tiempo que encontrar al actor. Cuando Jorge Román (Monzón adulto) entró a mi estudio, sabíamos que estaba solo unas horas en Buenos Aires, no había tenido tiempo de prepararse, ni vestuario traía. No suelo ayudar a los actores en las audiciones, pero, en este caso, entendía sus circunstan­cias. Su evidente parecido con Monzón y su relajación me hablaban de que él ya se sentía protagonis­ta de la serie.

Cuando se realizaron en mi productora los castings para la serie de Maradona, la dinámica fue muy diferente: un casting muy cerrado convocando a talentos que ya venían preselecci­onados por la productora de la serie y de ahí saldrían los protagonis­tas.

En la película de Tita Merello, la búsqueda se acotaba a una actriz que pudiera cantar como “Tita”. Hicimos una convocator­ia poco voluminosa y un casting extenso: un monólogo, una canción y una escena. Cuando llegó Sofía Gala al estudio, me dijo: “Vine porque sos vos y no te quería dejar plantado, pero no la voy a hacer porque sé que sos exigente y no me preparé”. Un casting debe ser exigente y tiene la tensión de una prueba para un trabajo en la cual soy parte importante de un jurado: disimular la verdad de la situación me parece una hipocresía. Pero admito que el desparpajo de Sofía ese día me pareció interesant­e porque Tita lo tenía. Así que le respondí: “¡Te quiero ver igual, todo eso que hiciste es ‘muy Tita’, si no sabés el monólogo completo: improvisá!”. Y no estuvo nada mal: tenía el arrabal y el ángel para Tita pese a que daba joven para la edad que buscábamos. Cuando entró Mercedes Funes, con su vestuario, su flor amarilla en el pelo, el monólogo súper incorporad­o, y una canción que nadie había elegido, le dije a mi equipo: “¡Es ella!”.

Mis indicacion­es en el casting son pocas, pero precisas y los actores con oficio las suelen incorporar rápidament­e. A Darío Lopilato lo cité a audicionar tres veces para Solo se vive una vez, donde haría un judío ortodoxo. Cada vez le daba más indicacion­es y él las tomaba divertido. En cambio, hay actores que vivencian las marcacione­s como críticas o no las comprenden y se frustran. Si parten de la base que ya tienen la verdad sobre el rol y vienen a lucirse en lugar de a probarse, el trabajo se dificulta. Mis seminarios para cámara/casting son para que los que aún no tienen oficio lo adquieran antes de ir a una audición y poder cortar el círculo vicioso.

En fin, el casting es un viaje que empieza con un rumbo y sin prejuicio. En el camino todo puede ir cambiando, pero siempre hay un destino adonde llegar: una historia para contar con una mirada que se va construyen­do y consensuan­do entre todos: casting, director, productore­s y demás jugadores de la industria. ¿Siempre queda lo que yo quiero? No siempre, pero se acerca bastante.

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 ?? FOTOS: GZA. INI ?? BACKS. La pareja elegida para protagoniz­ar Monzón. Juana Viale y Gabriel Nesci en pleno casting.
FOTOS: GZA. INI BACKS. La pareja elegida para protagoniz­ar Monzón. Juana Viale y Gabriel Nesci en pleno casting.
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