Crecer en todos los frentes
Dentro del marco de fusiones y adquisiciones que se viene dando en el segmento de las empresas de agroquímicos y semillas, BASF tomó sus propias decisiones. Miró el mercado y esperó, hasta comprar activos que lo ayudaron a complementar su paleta de soluciones. Entre ellos aparece el negocio de semillas de soja, colza y algodón que adquirió de Bayer y del que la alemana tuvo que desahacerse cuando compró Monsanto.
Paralelamente, adquirió el negocio global de semillas de hortalizas de Bayer, que opera bajo la marca comercial Nunhems. Vale recordar que el negocio de semillas de hortalizas abarca 24 cultivos y alrededor de 2.600 variedades e incluye una fuerte inversión en I+D y un sistema de mejoramiento de plantas establecido, con más de 100 programas únicos en más de 15 cultivos.
Tradicionalemente la compañía ha sido fuerte en el área de los fungicidas, sin embargo luego del lanzamiento del programa Experto en Malezas logró hacerse un lugar en el segmento de los herbicidas, en el que mantiene el crecimiento.
A su portafolio de productos se sumó la adquisición de Becker Underwood en 2013 para el tratamiento de semillas, con lo cual tal vez insecticidas era la pata más débil de la compañía.
Actualmente, con el lanzamiento de la Unidad Anti Plagas y los dos nuevos insecticidas que se unen al que tenían disponible buscan poner un pie más firme también en este rubro. Las empresas agrícolas sigue su tendencia de ofrecer soluciones integrales para los productores. Y en ese camino sigue su andar esta compañía centenaria.