Joya arquitectónica del 1900
Más de 100 años de historia atesora el Termas, hotel que luego se convertiría en el Viejo Hotel Ostende, cuya construcción comenzó en 1913. Amplios salones de lectura y esgrima, fábrica de pastas, panadería, restaurante y jardines de invierno conformaban este verdadero tesoro entre médanos vivos, los cuales cubrieron la construcción durante varios años. En una esquina mítica de Ostende, la historia, cultura y un especial trato a sus huéspedes mantiene la vigencia de un hotel que pre- serva memorables momentos. Aquí se hospedaron ilustres personajes de la gran historia de la literatura argentina, como son Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casa- res, y actualmente se conserva intacta la habitación ocupada por Antoine SaintExupery, autor de “El Principito”. La llegada al hotel formaba parte de la aventura. Un tren partía de la estación Constitución hasta la estación Juancho y el viaje proseguía en volantas hasta la Colonia Tokio, donde comenzaban las dunas y se transbordaba a un pequeño tren de vías móviles que llegaba a destino.
En la actualidad el Viejo Hotel Ostende es refugio de muchos turistas que eligen paz, naturaleza y la cercanía del mar en este rinconcito con gusto a sal. Hospitalidad y la fusión del ayer con el presente son algunos de los secretos.