Crisis humanitaria en la frontera entre México y EE.UU.
Miles de migrantes que salieron en caravana desde Honduras rumbo a Estados Unidos amanecieron ayer en un nuevo campamento instalado junto a un paso fronterizo de Tijuana, esperando presionar a las autoridades estadounidenses para abrirles el acceso.
Por su parte, Donald Trump, que ya militarizó la frontera, amenazó con medidas más drásticas y pidió el apoyo de la oposición demócrata.
Albergue. Tras un maratónico viaje de más de un mes desde San Pedro Sula, al menos 4.700 migrantes llegaron al albergue, donde duermen a la intemperie y con escasos servicios sanitarios. La mayoría está enferma por brotes de influenza, infecciones respiratorias y tuberculosis.
Juan Manuel Gastélum, el alcalde de Tijuana, denunció la existencia de una “crisis humanitaria”, pidió ayuda a la ONU y advirtió que no dará asistencia a los migrantes.
Acusado de mostrar hostilidad y de alentar una postura xenófoba contra las diversas caravanas que salieron el 12 de octubre de Honduras, Gastélum dijo que no va a “comprometer los servicios públicos” para atender a los extranjeros.
“No voy a gastarme el dinero de los tijuanenses, no voy a endeudar a Tijuana, porque no lo hemos hecho en estos dos años”, señaló el funcionario, que calculó en unos 25 mil dólares diarios el costo de manutención de los migrantes.
Conforme se acerca el invierno a esta desértica zona del noroeste de México, las temperaturas se hacen extremas, con calor sofocante durante el día y temperaturas que pueden caer por debajo de cero grados durante la noche.
La mudanza del campamento migrante sobre la frontera mexicano-estadounidense podría atizar aún más la tensión, luego de que el jueves cientos de centroamericanos se manifestaran mientras fuerzas armadas estadounidenses desplegaban un intimidante operativo de entrenamiento en una zona cercana.
México y Estados Unidos comparten una frontera de más de 3 mil kilómetros, por la que cruzan un millón de personas diariamente de manera legal, mientras que el comercio en la línea fronteriza genera un millón de dólares por minuto, según cifras oficiales.
Invasión. Trump, quien acusó a la caravana de querer “invadir” su país, ha amenazado reiteradamente con cerrar la frontera y dispuso el envío de hasta 9 mil soldados.
Ayer, el presidente pidió a la oposición demócrata, y a su propio Partido Republicano, que cooperen en la protección de la frontera con México.
El Congreso debería aprobar un gran paquete de medidas para la protección de la frontera, que incluya fondos para la construcción del muro en el límite con México, tuiteó Trump. “Después de estar hablando durante cuarenta años, ya es hora de actuar”, afirmó.
Trump ha acusado una y otra vez al Partido Demócrata de negarle una cooperación en materia de protección fronteriza, aunque él mismo había mostrado en el pasado poca disposición a hacer compromisos en esta materia.
A principios de año, un grupo de senadores republicanos y demócratas había presentado conjuntamente un proyecto de ley que, además de una solución para un programa de protección para jóvenes inmigrantes, también preveía destinar 25 mil millones de dólares para la protección de la frontera. El presidente no dio su apoyo al paquete, que no consiguió una mayoría a su favor en el Senado.