Dujovne aprovecha la cumbre para remarcar que el acuerdo con el FMI “está funcionando”
Cuando recién asumió, en los megaforos de inversión, en las visitas a Davos y en los tours de reuniones mano a mano con CEOs de todo el mundo, el Gobierno solía enviar señales de que la Argentina había cambiado y de que se venían décadas de crecimiento sostenido, tras el fin del populismo. Tres años después, en cambio, en el marco de la reunión de líderes del Grupo de los Veinte, el mensaje es otro, bien distinto. Apenas que la crisis financiera ha empezado a quedar atrás y que la economía puede recuperarse hacia el segundo trimestre del año que viene.
Así lo expresó por ejemplo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en conferencia de prensa junto al canciller Jorge Faurie, luego de la bilateral que Mauricio Macri ma nt uvo con su pa r estadounidense, Donald Trump. “La A rgentina agradece el apoyo de Estados Un idos como uno de los principales accionistas del Fondo Monetario Internacional”, dijo el titular de la cartera económica, y aseguró que coincide con el jefe de Estado americano en que “el acuerdo está funcionando muy bien”.
En ese sentido, Dujovne se mostró optimista también sobre un eventual ingreso de nuestro país a la organización de países desarrollados OCDE. “La Argentina es un país que hoy goza del consenso de todos los miembros para ser invitado” y detalló: “Hay una negociación sobre de qué forma se lleva el proceso adelante”.
Mensaje. En la semana de la cumbre del G20, en tanto, el presidente Macri aprovechó para mantener contactos de negocios con titulares de bancos internacionales de primera línea que visitaron el país. Entre ellos, según reveló Infobae, se vio con Jamie Dimon, titular del JP Morgan, y con Brian Moynihan, número uno del Bank of America, que hacía más de una década que no visitaba la Argentina.
En las reuniones, el mensa- je de Macri fue el mismo para todos: “Estamos en el peor momento de la economía, pero confíen en que vamos a salir, a partir de ahora empieza la recuperación”. Algo parecido a lo que decía en 2016, pero entonces atribuía la situación delicada a las reformas sobre la “herencia recibida”, una muletilla que luego de un año de devaluación y crisis por errores propios hasta genera nostalgia. Los banqueros se fueron creyendo, pero menos que antes.
“Estamos en el peor momento de la economía, pero confíen en que vamos a salir.”