Bolsonaro instalaría base de EE.UU.
Evalúa estrechar vínculos militares con Trump.
Michelle se “robó” todos los flashes en el acto de asunción del presidente Jair Bolsonaro. Sorprendió con un discurso en lenguaje de señas, destinado a los nueve millones de sordomudos que viven en Brasil. Fue la primera vez que la esposa de un jefe de Estado tomaba la palabra en la investidura presidencial. Con su impronta, la joven de 38 años instaló, sin querer o queriendo, una controversia: ¿su lugar central fue puro marketing electoral, para sumar adhesiones entre las mujeres, pese a la retórica misógina y discriminadora de Bolsonaro, o tendrá verdaderamente un rol más relevante que sus antecesoras en el nuevo gobierno brasileño?
“De forma muy especial me gustaría dirigirme a la comunidad sorda, a las per- sonas con deficiencias y a todos aquellos que se sienten olvidados: serán valorizadas y sus derechos serán respetados”, prometió ante miles de personas en Brasilia, que la aplaudieron con entusiasmo. Las encuestadoras aún no midieron la popularidad de la primera dama, pero los medios de co - municación ya tomaron nota de su fulgurante ascenso. Según Folha de S. Paulo, Michelle “tiene potencial para convertirse en la figura más popular del gobierno”, que cuenta con un gabinete integrado por veinte hombres y tan solo dos mujeres.
“Michelle Bolsonaro ilustra las normas de género que el gobierno de Jair Bolsonaro, un populista con misión evangelizadora, quiere imponer. Es la esposa discreta, religiosa y caritativa del gobernante que se ve como superior jerárquico de los hombres masculinizados. No es una mujer sin voz, pero sí una primera dama con agenda y temas predefinidos por el papel tradicional de la mujer en la sociedad brasileña”, explicó a PERFIL Debora Diniz, profesora de Derecho de la Universidad de Brasilia y cofundadora del Instituto de Bioética Anis.
Biografía. Michelle nació en Ceilandia, cerca de Brasilia. Coqueteó con el modelaje, pero desistió rápidamente. Pasó por algunos trabajos temporales hasta entrar al Congreso como secretaria. Allí conoció en 2007 a Bolsonaro, 25 años mayor que ella. Madre de dos hijas, la mayor de 16 años y de una primera relación y la pequeña Laura Bolsonaro de 8 años, es, según los que la conocen, una mujer de pulso firme. De fe evangélica, en sus nupcias eclesiásticas en 2013 prohibió la música en vivo y las escuelas de samba, según
Creen que “tiene potencial para convertirse en la figura más popular del gobierno”
“Ella legitima a Jair Bolsonaro y se presenta como un complemento suavizador.” reseñó Folha de S. Paulo. El jueves recibió en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, a sus amigos de la Iglesia Baptista Atitude, donde asiste y realiza tareas sociales. Su cercanía con el electorado evangélico es otro de los grandes activos que aporta a Bolsonaro.
Michelle adelantó que participará en el “mayor número posible de programas sociales”, como ya hicieron algunas de sus antecesoras, entre ellas Ruth Cardoso, antropóloga casada con Fernando Henrique Cardoso y una de las ideólogas del programa Bolsa Escuela, precursor del Bolsa Familia. “La actuación de Michelle Bolsonaro en temas como la discapacidad podría generar tensiones con los discursos y posturas discriminatorias del marido, pero ella no lo cuestiona; por el contrario, ella legitima a Jair Bolsonaro presentándose públicamente como un comple- mento suavizador a su persona”, consideró Diniz, que agregó que Michelle no considera a la asistencia como una “obligación estatal, sino como un deber moral cristiano de ayuda” al prójimo.
Misoginia. Con controvertidos argumentos, Michelle negó que su marido fuese homofóbico y racista. “Lo califican de facista, de homofóbico, y nosotros tenemos amigos gays, mi primo es gay”, dijo. Confundió el término misógino con xenófobo al sostener que Bolsonaro no era misógino porque se había casado con ella, hija de un nordestino. En una entrevista concedida a Rede Super de Televisão en noviembre pasado, se refirió a las ofensivas declaraciones de su esposo: “Estoy de acuerdo con él en un 99%, pero no estaba de acuerdo en la forma en la que hablaba, como él ponía las palabras. Eso me hería también. Y muchas veces peleé con él y le recordé: “Mirá que tenés un u pastor, una familia”.
La visibilidad vi de Michelle agitó la especulación sobre una futura fut candidatura electoral. Bolsonaro B construyó una ve verdadera pyme familiar, int integrada por él y tres de sus hijos. hijo Flávio es senador; Eduardo, Eduar el diputado más votado vota del país, y Carlos, concejal con de Río de Janeiro. ¿Michelle será solo primera pri dama o buscará al algún otro cargo? Por el m momento, nadie, salvo Jair y Michelle, tiene la respuesta.