Armas eléctricas.
En diálogo con PERFIL, Gerardo Milman aseveró que la actual política de seguridad no se centra en el victimario, “como hacía el gobierno anterior”. Críticas del CELS.
Compra oficial de trescientas pistolas Taser. Se usarán en trenes y aeropuertos.
El jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, Gerardo Milman, anunció ayer que se reforzará la seguridad de las fuerzas federales en aeropuertos y estaciones de tren con tresceintas pistolas Taser de descarga eléctrica. Por decisión de la titular de la cartera, Patricia Bullrich, y con el aval del presidente Mauricio Macri –quien de manera fallida intentara implementarlas para la Policía Metropolitana durante su paso por la Jefatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires–, el Gobierno moldea su estrategia electoral de 2019: enaltecer la política de seguridad para aspirar a la reelección, su ancho de espadas.
“Estamos tomando medidas que tienen consenso social y que son parte de un plan integral de seguridad. Creemos que la seguridad se tiene que centrar en el ciudadano y no en el victimario, a diferencia de lo que hacía el gobierno anterior al hablar de sensación. Todos los que critican las últimas medidas, en realidad están en contra de una política de seguridad: rechazan las armas de fuego y cualquier otra no letal”, indicó Milman a PERFIL.
Tras la implementación del f lamante protocolo de seguridad que habilita a la Policía Federal a disparar “cuando resulten ineficaces otros medios no violentos”, la gestión Bullrich pareciera envalentonarse con los resultados publicados por una reciente encuesta de la consultora Management & FIT, que sostiene que casi el 60% de los argentinos acompaña las decisiones oficiales de la cartera que comanda.
A tono con el anuncio oficial, Eugenio Burzaco, el número dos de Seguridad, calificó a la Taser como un equipamiento fundamental para las fuerzas policiales ya que el país carece de posiciones intermedias entre una pistola y un bastón. “Hemos decidido, a nivel nacional, dotar al personal de estas armas no letales para las situaciones de violencia que se dan, para no tener que usar las de fuego”, subrayó Burzaco.
Los funcionarios nacionales legitimaron la medida sobre el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de marzo de 2016 que rechazó un amparo de un vecino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires contra la utilización de pistolas Taser x26, a las que calificaba como “de extrema peligrosidad al punto de constituir una tortura”.
“No compartimos en nada el modelo policial que tiene este gobierno”, aseguró Manuel Trufó, coordinador del Area de Seguridad Democrática y Violencia Institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Al ser consultado por PERFIL, Trufó cruzó a Bullrich y la acusó de exacerbar “medidas de demagogia punitiva” para acrecentar “los sentimientos disciplinadores de un sector de la población”, como por ejemplo “volver a poner en carpeta una posible baja de la edad de imputabilidad” a través de la reforma del Código Penal. “En lugar de hablar de economía, hablan de seguridad. Es parte de la estrategia electoral”, acusaron desde el CELS.