Gianfranco, entre un procesamiento endeble y falta de mérito en la causa de los Cuadernos
La excursión a Comodoro Py alteró su histórico perfil bajo. Gianfranco Macri no está acostumbrado a hablar ante la prensa. Cerca del hermano menor del presidente atribuyen a esa falta de experiencia la respuesta que le dio a una movilera cuando salía del despacho del juez Claudio Bonadio. “Pregúntenle a él”, afirmó Gianfranco, ante la consulta sobre si su papá, Franco, alguna vez había dado coimas.
Tanto él como el paterfamilias de los Macri están cerca del procesamiento: ambos fueron acusados de haber pagado sobornos desde empresas concesionarias de peajes. Se trata de una investigación derivada del Cuadernogate.
La citación de Bonadio, de hace tres semanas, fue sorpresiva hasta para los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo, quienes se enteraron de la noticia por los medios. La imputación tenía errores, que fueron señalados por los abogados de la familia presidencial: el más grueso es que los Macri nunca participaron en el peaje de la Autopista del Oeste. Tal inconsistencia podría derivar en una falta de mérito. ¿Eso es lo que busca el impredecible Bonadio? Es una de las versiones que circulan en Py. La otra es inversa: que se dispone a procesarlos en los próximos días. Solo Bonadio lo sabe.
Gianfranco tiene oficina en el piso 18 de la Torre Prourban, más conocida como El Rulero por su forma de cilindro gigante. Queda en Avenida del Libertador y Carlos Pellegrini. Ahí funciona Socma, desde que el holding de los Macri empezó a construir el edificio, en 1979. Si bien el CEO del grupo es Leonardo Maffioli (también imputado), Gianfranco es uno de los principales accionistas (tiene alrededor del 40%) y suele hacer base ahí.
El hermano de Mauricio es una especie de heredero por descarte en la conducción de Socma, desde que el Presidente saltó a la política. El volantazo biográfico de Mau- ricio derivó en un achique de la empresa: de ser uno de los grupos más importantes de la Argentina en los 90, ahora ocupa el puesto 457 entre las empresas que más facturan, según el ranking de la revista Mercado.
Con Franco retirado en su casa de Barrio Parque, a Gianfranco le toca administrar los negocios residuales. Un ejecutivo de la empresa asegura que incluso pretende marchar hacia el cierre definitivo. Los intereses de la compañía hoy se basan en la industria petrolera, la explotación agropecuaria (tiene 35 mil hectáreas en Salta) y la representación de la marca china de autos Chery. Con un agregado: la actividad financiera, tal como se difundió con los Panamá Papers.
Ya con Mauricio en la presidencia, Gianfranco blanqueó 620 millones de pesos no de- clarados. Lo hizo a partir de una ley y un decreto del oficialismo. En una conferencia de prensa de 2017, Macri lo confirmó a regañadientes: “Que mi hermano haya podido blanquear es un derecho que tenía por ley”.
Publicada por Horacio Verbitsky, la noticia lo sacó del anonimato. La citación de Bonadio lo hizo de nuevo. Gianfranco vive desde hace más de veinte años en un caserón en el Buenos Aires Golf Club de Bella Vista, en el partido de San Miguel. Es el presidente de la comisión directiva y fue el desarrollador inmobiliario.
Ese dato le sirvió para despegarse de la imputación reciente. “Durante el período investigado estuve volcado a un proyecto inmobiliario denominado Buenos Aires Golf Club, lo cual se desarrolló por fuera de Socma”, aseguró en el texto que les dejó a los secretarios de Bonadio.
En 2017 fue el anfitrión de la visita de Barack Obama a Mauricio Macri en el Club de Golf de Bella Vista. Y en 2015 había hecho una suerte de proselitismo vip, organizando reuniones de campaña en el Clubhouse.
Ahí, desde su condición de hermano de Mauricio, alentó a sus vecinos a ser fiscales, a donar tiempo y recursos en la primera vuelta y en el ballottage.