Paddle y futbol, en tres semanas fuera de la Rosada

La cancha de fútbol 11, que es un poco más grande que la de 9, en la que suele jugar, encontró a Mauricio Macri como volante izquierdo. Su pasión por el deporte, que se combinó con el campo de 18 hoyos de golf y caminatas, mostró a un jefe de Estado descansado durante su estadía en el country club Cumelén, el exclusivo complejo de Villa La Angostura, donde sumará tres semanas alejado de la Casa Rosada. Allí se mantuvo a tiro de WhatsApp con su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y varios ministros, como Guillermo Dietrich (Transporte), a quien le consultó por el tema gremial de Aerolíneas Argentinas para las vacaciones y por las obras públicas PPP en los corredores viales, las únicas que se mantuvieron en pie tras la suba de tasas de interés y la causa de los cuadernos. Pero el objetivo de descansar lo encontró con su mejor amigo desde los cinco años, el empresario Nicolás Caputo, uno de sus compañeros históricos de los mediodías de paddle –aunque en esta ocasión hizo caminatas aeróbicas–, y también con Luis “Toto” Caputo, el ex titular del Banco Central y primo hermano de Nicky. A Toto se lo vio cómodo fuera de la función pública. El Presidente aprovechó, como nunca, para mejorar su hándicap. Su rodilla no le permite grandes esfuerzos, acaso por ello sigue jugando al fútbol al trote pero sin un gran despliegue. De hecho, suele referenciarse con Juan Román Riquelme cuando mete un buen centro o un pase. Por su parte, Juliana Awada también aprovechó la belleza natural de Cumelén para largas caminatas respirando el aire puro del sur. Fanática de Villa La Angostura, la primera dama convenció a María Eugenia Vidal para que visitara Cumelén y este fin de año también a su amiga, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien pasó las fiestas con su marido, el poderoso jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y sus dos hijos, Juan y Mateo.