Un pueblo en cuarentena
Epuyén es una localidad de unos 4 mil habitantes que subsisten, en muchos casos, gracias a la actividad turística. Hoy es el epicentro de un brote de hantavirus y hasta autoridades sanitarias recomiendan “no viajar a la zona”.
El intendente de Epuyén, Antonio Reato, resolvió la “suspensión de todas las actividades grupales en espacios cerrados municipales por el período de cuarenta días corridos” ante “el alerta sanitario”. Además, el Ministerio de Educación de Chubut decidió retrasar hasta nuevo aviso el inicio del ciclo lectivo 2019, previsto para el 21 de enero.
El vacío en las calles de Epuyén es casi total en estas horas y la posibilidad latente de contagiarse unos con otros cambió por completo las rutinas diarias en la zona. Se dispuso la entrega de 700 barbijos y botellas con alcohol en gel a los vecinos, y se insta- laron trampas para roedores.
El juez penal de Esquel, Martín Zacchino, ordenó aislar a 85 vecinos que tuvieron contacto con casos positivos del virus. “Es la única manera de parar el brote”, dijo Adrián Pizzi, ministro de Salud de Chubut.
Mailén Valle perdió a su papá y a sus dos hermanas, producto del brote. Lleva 30 días de aislamiento en Lago Puelo junto a su pareja y sus dos hijos de 1 y 10 años. “Si se hubiesen tomado las precauciones desde el principio, si nos hubieran dicho que el contagio se daba también entre humanos, mis hermanas estarían vivas”, lamentó en una entrevista a FM Sol. Sebastián Valle es otro vecino de Epuyén. Tras prmanecer diez días internado, se recupera de hantavirus. Pero perdió a su padre, dos hermanas y su abuela está internada.