Pinamar y Madariaga para disfrutar
La mística del bosque y la tradición rural se encuentran unidos por el emblemático nombre de Felicitas Guerrero e invitan a compartir y saborear los atractivos del mar y el campo.
La conexión del mar con el campo ofrece propuestas brindadas por los municipios de Pinamar y General Madariaga. “En 1945 mi abuelo empezó a concebir el desarrollo urbanístico de un balneario con características de country club y pidió un proyecto al urbanista Santiago Sánchez Elia, el cual fue la base del actual Cariló” comenta Eduardo Guerrero, nieto de Héctor Manuel Guerrero, uno de los nombres que forma parte de la historia de Pinamar. “En los ‘60 empezaron a abrir calles entre los médanos con un trabajo casi artesanal para salvar un grupo de árboles o un médano. Hoy en líneas generales creo que responde a la esencia de la idea original, crear un lugar de veraneo de nivel internacional donde el bosque sea el principal protagonista” afirma el tataranieto del malagueño Carlos José Guerrero.
En la temporada estival pueden vivirse maravillosos días de sol y calor en las agrestes, amplias y hermosas playas de Pinamar, Ostende, Cariló y Valeria del Mar, así como las tardecs y noches a pura tradición en General Juan Madariaga, distante a escasos kilómetros del Atlántico. Pinamar como destino verde es la opción accesible y sostenible porque el partido avanza en el compromiso de convertirse en una ciudad verde y posicionarse como destino turístico sustentable y accesible. La reformulación del “frente marítimo” bajo un plan integral permitió recuperar 100.000 metros cuadrados de playa pública, adecuar 44 balnearios construidos de manera amigable con el entorno y plena accesibilidad con la asistencia de nueve pasarelas peatonales
ubicadas a lo largo de los 22 km. de playa entre Pinamar, Valeria del Mar y Cariló, es una realidad que disfrutan turistas y locales. Pinamar “respira arte” bajo el concepto de museo a
cielo abierto es una importante colección de las más variadas corrientes de arte contemporáneo de diferentes escuelas y movimientos, un circuito ubicado en el Playas Hotel al alcance de
todos. Por otro lado, las playas pinamarenses en estilo ecosustentable agasajan con los sabores del mar y los secretos de excelente gastronomía desde cocina de autor, minutas, pes-
cados y mariscos hasta asados frente al mar y el after beach entre rojizos ocasos estivales.
En General Juan Madariaga los paseos teatralizados por las calles de la ciudad permiten socializar el patrimonio material e inmaterial con la finalidad de rescatar historias urbanas promoviendo el desarrollo turístico. Hay motivos más que suficientes para darse una vuelta por Madariaga y saborear la “Pinamar como destino verde es una opción sostenible y accesible”.
auténtica tradición: tardes de campo en La Invernada junto a la danza, música folclórica, cabalgatas y asados, las visitas a la estancia Charles Viejo, así como las tardes de té en Estación Juancho, la magia de Reserva Natural Provincial “Laguna Salada Grande” para la pesca y los deportes náuticos. Además se puede disfrutar el Festival Nocturno de estancias y Fortines y las visitas a museos custodios del ayer madariaguente.