Por la recuperación
“Productores y contratistas necesitan contar con nuevos equipos.”
Las lluvias de fin del año pasado y principios del corriente prendieron luces amarillas a las campañas del maíz y la soja, dos cultivos que generan divisas por sus exportaciones, así como por el movimiento asociado de logística que implican cosechadoras, camiones, etc. que tienen un impacto directo sobre la economía doméstica por la mano de obra que emplean.
Con las nuevas proyecciones para la soja y el maíz que superan las expectativas anteriores, las empresas proveedoras de insumos ahora tienen una mirada más optimista sobre la demanda.
En lo que se refiere a la maquinaria agrícola, el referente del INTA Mario Bragachini sostiene que “luego de un año 2018 donde la sequía y la falta de créditos provocaron una caída de las ventas de máquinas agrícola y agropartes del 35% en promedio respecto al año 2017 récord, existe mucha necesidad real de venta en la industria nacional para mantener los puestos de trabajo, cosa que las empresas están realizando con sacrificio que se agota”.
Bragachini está convencido de que productores y contratistas también necesitan contar con nuevos equipos para levantar una buena cosecha y también existe la capacidad de endeudamiento pero siempre lo puede hacer si hay créditos accesibles y convenientes. Como ocurre todos los años, las exposiciones agropecuarias son el termómetro del ánimo comprador de los productores y de la facilidad que ofrecen las empresas para que satisfacer esas demandas.
Dentro de pocas semanas ExpoAgro demostrará dónde están parados ambos actores y determinará la marcha del año para las industrias nacionales, las cuales necesitan recuperarse para generar más movimiento en las comunidades que dependen de ellas.