Dilma Rousseff volvió al país para darse un baño de kirchnerismo
De su viaje por la Argentina, la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff se llevó un ejemplar obsequiado de Sinceramente, el libro de Cristina Kirchner, y un panorama de la batalla electoral que asoma en el horizonte a partir de un almuerzo con referentes del espacio kirchnerista. También numerosas adhesiones a la campaña por la libertad del ex presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva, preso en Curitiba desde abril del año pasado.
El almuerzo con la ex presidenta fue en el Hotel Savoy, con el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, el diputado del Parlasur y dirigente sindical Víctor Santamaría y Nicolás Trotta, hoy al frente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). Tuvo a Lula como eje, aunque también se debatió sobre actualidad política en Brasil y Argentina, peronismo y Cristina. Le detallaron a Dilma la evolución de los procesos judiciales que enfrenta la ex presidenta y la asociaron a la suerte de Lula.
Por su parte, los anfitriones se mostraron interesados por conocer más sobre el estado de salud del ex mandatario, y solícitos de sumarse a la campaña de presión internacional por su liberación. Fernández mismo había concurrido a ver al papa Francisco en agosto de 2018 con este objetivo junto al ex canciller brasileño Celso Amorim. Dilma les confirmó que Luiz Dulci, vicepresidente del Partido de los Trabajadores y virtual mano derecha de Lula, vendrá a la Argentina el próximo mes.
Ayer, Dilma fue la estrella central de un encuentro educativo en La Plata que culminó al canto de “Vamos a volver”. Ante un Club Ateneo repleto, la ex presidenta brasileña se solidarizó con la dirigente jujeña Milagro Sala y se refirió a la muerte de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, en la Patagonia, en episodios que involucraron a fuerzas federales y las comunidades mapuches. Trazó un paralelismo con el homicidio de la concejal y activista social carioca Marielle Franco, en marzo del año pasado.
“Lula representa el antineoliberalismo. Marielle representa la democracia, la defensa de las mujeres, del derecho de vivir su sexualidad como se quiere y representa, sobre todos los derechos humanos, los derechos habitacionales de las poblaciones urbanas”, describió Rousseff. Y remarcó: “Esta lucha del Comité Argentino (por Lula Libre y Justicia por Marielle) es una lucha por toda América Latina”.
Rousseff decribió al gobierno de Jair Bolsonaro como “un neoliberalismo con características neofascistas”, que pretende desarticular todas las conquistas sociales y “cobrar renta a un pueblo que no tiene”. Por último, señaló que en Brasil no es como en Argentina. “Acá las personas salen a protestar de forma más rápida. Nosotros precisamos de catalizadores. Precisamos tener confianza en una persona que representa lo que deseamos, y ése fue Lula.”