Otro allegado a Guaidó fue detenido por el servicio de inteligencia chavista
El diputado Gilberto Caro ya había estado preso el año pasado, acusado de “traición a la patria”. Agentes del temible Sebin lo capturaron cuando cenaba en restaurante de Caracas.
El diputado venezolano Gilber Caro, estrecho colaborador del “presidente encargado” Juan Guaidó, fue detenido ayer por agentes de inteligencia casi un año después de haber sido excarcelado.
“Denunciamos que en horas de la madrugada la dictadura nuevamente detuvo de manera arbitraria al diputado @ gilbercaro, violando su inmunidad parlamentaria”, señaló en Twitter la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
“Estamos tratando de precisar dónde está. Gilber está secuestrado en este momento”, aseguró por su parte Guaidó a periodistas.
El Legislativo responsabilizó al gobierno del presidente Nicolás Maduro por “la vida e integridad” del diputado de 45 años.
Caro fue arrestado en un restaurante del sector de Las Mercedes, en Caracas, dijo la diputada Adriana Pichardo en rueda de prensa.
“No tenemos idea de a qué se debe esta detención, pensamos que podrían montar otra olla (montaje), tratar de involucrarlo en otro plan macabro”, afirmó la parlamentaria.
Pichardo añadió que al parecer fue conducido al Helicoide, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en la capital.
En el restaurante donde fue capturado “destruyeron las cámaras para que no quedara evidencia de ningún tipo”, sostuvo.
El dirigente pertenece a Voluntad Popular, el partido de Guaidó, al que reconocen como presidente interino más de cincuenta países, encabezados por Estados Unidos. Traición. Caro estuvo preso entre enero de 2017 y el 2 de junio de 2018, acusado de traición a la patria y sustracción de armas de la Fuerza Armada, pero no llegó a ser condenado.
Fue liberado con restricciones junto con otros 39 opositores por orden de la oficialista Asamblea Constituyente que detenta poderes absolutos.
Más de un centenar de opositores salieron de prisión a mediados de 2018 por decisión de ese órgano, algunos con medidas como prohibición de salida del país y presentación periódica en tribunales.
Muchos no pueden declarar a la prensa, según la ONG Foro Penal, que cifra en 790 los presos en Venezuela por razones políticas.
Pichardo planteó la posibilidad de que la Justicia alegue violaciones de ese régimen, que la oposición considera ilegal.
En octubre pasado, tras solicitar refugio en Colombia, una jueza militar venezolana pidió perdón a Caro por haber ordenado su encarcelamiento.
Su detención se suma a la de Roberto Marrero, jefe de despacho de Guaidó, a quien agentes del Sebin arrestaron el 21 de marzo, acusado de formar parte de un “grupo terrorista” que planeaba atentados para desestabilizar al gobierno. Dictador. Por su parte, Guaidó confirmó que su llamado a los venezolanos a una marcha nacional el 1° de mayo es para “sacar al dictador” Maduro.
“El llamado es a sacar al dictador sí, pero hacerlo entre todos y marchando hacia donde tenemos que marchar hasta conquistar nuestra libertad”, dijo ayer Guaidó ante cientos de personas en una plaza de la ciudad de Maracay.
Guaidó llegó al céntrico estado en el marco de la gira nacional que adelanta para la conformación de los comités de ayuda y libertad, fundamentales para la fase definitiva de la “operación Libertad” con la que la oposición busca desalojar a Maduro de la presidencia.