En la búsqueda de cultivos bien nutridos
Luego de un consumo récord de fertilizantes en la campaña pasada, durante el Simposio Fertilidad que se realizó esta semana en Rosario se mostró buen nivel de optimismo de cara al nuevo ciclo agrícola.
La campaña agrícola que está terminando con grandes rendimientos contó con el viento a favor de una situación climática ideal en todas las fases de los cutlivos, pero no fue el único favor. También los productores invirtieron en mejor tecnologías de insumos, entre ellos los fertilizantes. En 2018 hubo una demanda récord de 4,3 millones de toneladas de fertilizantes, un 14% por encima de la campaña anterior.
En el marco Simposio Fertilidad 2019, Jorge Bassi, presidente de la Asociación Fertilizar, organizadora del encuentro, comentó a PERFIL: “Valoramos mucho lo que ocurrió el año pasado, porque veníamos de una sequía y los bancos no estaban muy activos en el financiamientos por los problemas de la macroeconomía. Es la primera vez que en Argentina superamos los cuatro millones de toneladas y lo hicimos con creces. El principal motor del crecimiento fue el trigo, que fue la estrella, se fertilizó muy bien con nitrógeno y se logró rendimiento y calidad. Luego hubo ajustes menores en maíz y soja”.
Andrés Grasso, integrante del comité Técnico de Fertilizar, señaló que “el productor está perdiendo un 20% de rendimiento con el manejo actual respecto a la estrategia de máxima recomendación de fertilización. En algunos casos es inferior como en las gramíneas de invierno y los cultivos más arriba que llega al 25% de mejora. Esa brecha se acorta solo haciendo análisis de suelo, nitrógeno, fósforo y azufre o un análisis de suelo y desafiar las expectativas y agregar zinc”.
En cuanto a cómo implementar una estrategia para nutrir correctamente a los cultivos, Grasso indicó que “no hay una receta para la fertilización, la realidad es que hay que mejorar los diagnósticos. Se pueden hacer dos planes. Uno es con análisis de suelo y ajustar las dosis en función de los rendimientos promedio. El segundo plan consiste es desafiar los rendimientos, darle de comer al cultivo en función de los nutrientes, con eso seguramente y esta campaña, donde se espera que la fina tenga un clima muy bueno, no hay ningún tipo de fundamento como para decir paara decir que no apueste al nitrógeno, fósforo, azufre y zinc”.
Desde el punto de vista de la demanda, Fernando Sánchez, responsable de producto de Fertilizantes de Rizobacter, sostuvo que “en promedio nuestra cosecha exporta 8 millones de fertilizante y el consumo del año pasado cerró en 4,3 millones de toneladas, por lo tanto hay una brecha importante entre lo que exportamos y lo que reponemos”. En cuanto al ciclo agrícola que viene, “es un año distinto por las elecciones. El viento de cola de una cosecha que terminaría con rendimientos por encima del promedio en todo el país hace que el productor en ese sentido esté de muy buen humor”.
Por su parte, Gustavo Elías, que es el coordinador de Agronomía de Yara, indicó sobre la nueva campaña que “las perspectivas son muy buenas para el trigo, algunos estudios muestran que puede haber un leve incremento en el área sembrada. En cuando al uso de tecnología, pensando en fertilización, está bastante estable pero es una buena indicación, porque el año pasado fue muy bueno en cuanto a adopción de dosis de aplicación”.
“El productor está perdiendo un 20% de rinde con el manejo actual”. A. Grasso