Distribución precisa
Santiago Tourn, Profesor Adjunto de Mecanización Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce, hizo hincapié en que técnicamente hace mucha referencia a la dosis y qué aplicar, en qué momento pero muchas veces se falla en la distribución de esa dosis en el terreno.
Según Tourn, en una evaluación de 45 fertilizadoras en la provincia de Buenos Aires, todas contratistas y que trabajan unas 400 mil hectáreas “encontramos resultados alarmantes. Ninguna de las máquinas estaba en condiciones o tenía una una distribución aceptable. Eso nos pone en un punto donde es necesario sí o sí regular la distribución de las máquinas. La tecnología que tenemos en la Argentina en cuanto a regulación de dosis es muy precisa incluso a nivel internacional, pero fallamos la distribución”.
El especialista considera que puede haber una diferencia de 1.000 kilos de rendimiento de maíz entre una máquina bien regulada y otra mal regulada. “Son 100 dólares por hectárea más solo por haber regulado la máquina de manera correcta. El gasto en fertilizante es muy alto, una tonelada vale 500 dólares, estamos hablando de que tiramos el fertilizante sin ningún sentido. Tenemos deficiencias, pocos rendimientos y aportes de los residuos al suelo y pérdida de materia orgánica.
La regulación de la fertilizadora es una técnica sencilla que la puede hacer cualquier persona con cualquier grado de formación y materiales de bajo costo y que puede llegar a ayudar a la eficiencia en la aplicación de fertilizantes”.
Técnicamente, Tourn considera que “corrigiendo corregir las aletas de los platos, el punto de caída de fertilizante en los platos y su velocidad podemos lograr una distribución con un coeficiente de variación entre un 15 y 20%, que es lo recomendable”.