Trump a los migrantes ilegales: “No se pongan cómodos. Se marcharán pronto”
Donald Trump advirtió ayer a los inmigrantes que ingresen ilegalmente en Estados Unidos que “no se pongan muy cómodos” porque “se marcharán pronto”.
“Todos los que están ingresando ilegalmente a Estados Unidos serán removidos, a medida que construyamos fuerzas de remoción y las leyes sean cambiadas”, tuiteó Trump. “Por favor, no se pongan muy cómodos, ¡Se marcharán pronto!”.
“La patrulla fronteriza está apresando a un número récord de personas en la frontera sur. Los malos ‘hombres’ (en español), de los cuales hay muchos, están siendo detenidos y serán enviados a casa”, continuó el presidente.
Trump presentó el jueves un plan de reformas migratorias que busca garantizar el apoyo de los legisladores republicanos, que incluye asegurar la frontera y establecer un nuevo sistema de inmigración legal. Militares. Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca confirmó ayer que el gobierno estudia recurrir a una ley de 1807 para que los militares puedan adoptar un papel más activo en la frontera, medida cuya aplicación no está clara.
El vocero Hogan Gidley dejó abierta ayer la posibilidad de que Trump invoque la llamada “ley de insurrección” para que los militares, desplegados en la frontera desde hace más de un año, puedan contribuir en las tareas de deportación de los indocumentados.
“El presidente va a hacer todo lo que esté en su poder para proteger al pueblo estadounidense”, dijo Gidley, al ser consultado sobre si recurriría a la ley de insurrección. “El tiene muchas herramientas a su disposición, y aún no ha utilizado todas”, sostuvo el portavoz.
La “ley de insurrección” establece que cuando el presidente considere que “obstrucciones o rebeliones contra la autoridad de Estados Unidos” hagan “impracticable aplicar la ley” en algún estado, puede convocar a la “milicia y usar las fuerzas armadas, como considere necesario para aplicar las leyes o suprimir la rebelión”.
Trump ya ordenó desplegar miles de militares en la frontera con México el año pasado, ante la llegada de caravanas de indocumentados.
Pero una ley de 1878 prohíbe usarlos en tareas de seguridad y orden público, por lo que los soldados han tenido hasta ahora un papel limitado y no han podido dedicarse a detener a los indocumentados.