Ida y vuelta con reclamos
Luego de la presentación del plan de desarrollo e inversiones de La Rosalía esta semana en Entre Ríos, el presidente de la Nación Mauricio Macri generó un debate en las redes luego de haber saludado calurosamente al productor Laurentino López Candioti y felicitarlo por sus avances. Jorge Chemes, vice de CRA y tambero histórico entrerriano, dio sus impresiones y mostró su malestar, al preguntarse como sería posible que el presidente “no levantara el teléfono para hablar con todos los productores que hacen el aguante desde hace años tratando de sostener producciones que generan arraigo y son vitales en la alimentación de los argentinos”. Alejandro Sammartino, subsecretario de Lechería de la Nación recogió el guante y explicó el trabajo en política lechera que viene haciendo el oficialismo. “Hoy Argentina exporta lácteos recuperando mercados, la producción se recupera, generando valor para que el productor recupere precio en un marco de mayor transparencia y ordenamiento”, dijo. Para Chemes, la cosa tiene una raíz más profunda. “Cuando digo que no hay políticas de Estado es porque el precio de la leche aumentó debido a que no hay leche y la única causa fue la caída de la producción. Lo poco que se pudo exportar fue consecuencia de la devaluación que provocó un dólar competitivo. Hasta acá deberíamos coincidir en que lo que sucede en la lechería es más fortuito y casual que fruto de una planificación”, se quejó. Tal parece que ambas partes tienen algo de razón. La lechería aparece como una de las actividades más complejas. El margen se achica y los niveles de producción deben mejorar mucho para que los productores sean competitivos. Un trabajo en el que debe profundizar la cadena