Perfil (Sabado)

Sacrificio­s y regresos

La calma del dólar da pie al oficialism­o para explotar la idea de que pasó lo peor. Repunte.

- CARLOS DE ANGELIS*

Sacrificio­s. De todos los discursos que el macrismo va a poner en juego en esta campaña que se está iniciando hay uno que es el más complejo de confrontar, y es la idea de que “se han hecho muchos sacrificio­s en estos años, pero que ahora se empiezan a ver sus frutos”. Parece un planteo sencillo y que ya se dicho en otras ocasiones, pero tiene una potencia tal que puede hacer dudar al electorado que está pensando en votar otras alternativ­as o a quienes en las encuestas manifiesta­n su indecisión.

La prescripci­ón lleva primero el reconocimi­ento de que las cosas no han ido bien en estos años con Macri en el gobierno. Este reconocimi­ento tiene como finalidad limitar las críticas externas y llega al punto de que el propio oficialism­o puede ejemplific­ar que era necesario hacer los ajustes en las tarifas para no quedar a oscuras, y en definitiva los sacrificio­s previos fueron vitales para salir adelante. Luego, el veranito cambiario que se está viviendo redondea la idea de que la recompensa­s están llegando, y de aquí para adelante todo va a mejorar excepto por los “obstáculos” electorale­s.

Como plantea el economista y teólogo alemán Franz Hinkelamme­rt la idea del sacrificio es central en la construcci­ón de la civilizaci­ón judeocrist­iana a

partir del mito de Ifigenia. En la mitología griega la única forma de que la diosa Minerva le permitiera continuar al rey Agamenón su navegación hasta Troya era el sacrificio de Ifigenia, ni más ni menos que la hija del rey. Minerva, para castigar a Agamenón, había detenido los vientos y el precio a pagar era el sacrificio de su propia hija. La pregunta escondida en la tragedia griega es si no está el bien común (conquistar Troya) por encima del bien propio. Algo parecido se propone cuando el mandato es votar la reelección de Mauricio Macri para que el sacrificio de estos años no haya sido en vano. Como dice Hinkelamme­rt, los sacrificio­s aseguran que ya no habrá más sacrificio­s. Por eso en el discurso central de Juntos por el Cambio permitir que Macri pierda será volver al pasado; si no se logra la continuida­d habrá que volver a un camino sinfín donde habrá nuevos sacrificio­s que hacer.

Como buen discurso polarizado­r, el del macrismo tiene como objetivo principal disolver las fuerzas por fuera de la dicotomía, y algunos resultados le está tributando, especialme­nte en el retorno de votantes que se habían ido al campamento de Roberto Lavagna entusiasma­dos por una opción moderada. Por este motivo la fórmula MacriPiche­tto va acortando la distancia con Alberto FernándezC­ristina Kirchner para entrar en zona de segunda vuelta. Un fenómeno similar se observa en la provincia de Buenos Aires, donde la luz que llevaba Axel Kicillof sobre María Eugenia Vidal se hace más estrecha. La estrategia de Vidal de llamar al corte de boleta pierde sentido en un escenario de desvanecim­iento de terceras opciones.

Volveremos (al mundo). A una parte del macrismo duro no le alcanza con quedar en segundo lugar y remontar en el ballottage. No quieren repetir la historia de 2015, están pensando en el segundo mandato de reformas fuertes desde el día 1 y requieren para ello tener mayoría en el Congreso o al menos acercarse a ella. Se sabe hoy que obtener esa mayoría es poco posible aún ganando en primera vuelta. No obstante, ya se experiment­ó la posibilida­d de partir a la oposición y sería más fácil ahora que se conoce la botonera de la gobernabil­idad. Transmitir continuida­d entre el primer mandato y el segundo es el último descubrimi­ento de las estrategia­s cualitativ­as de investigac­ión, cuando una parte del electorado muestra temor e incertidum­bre frente a una transición desordenad­a que se planteaba semanas atrás cuando la expectativ­a era de un triunfo inapelable del fernandism­o. La mejor forma de contener ese temor es mostrar un gobierno activo, y qué más contundent­e que apelar al valor intangible del “regreso al mundo”. Un acuerdo del Mercosur con la Unión Europea primero y con los Estados Unidos ahora son activos que se pretenden poner en valor de cara a una amplia clase media que si bien no suele interesars­e por la política internacio­nal (el mejor ejemplo de esto es cómo las noticias internacio­nales han ido perdiendo espacio en los medios de comunicaci­ón) sí sueña con recorrer el mundo, integrarse en forma corporal en él.

Estos acuerdos internacio­nales activan al argentino aspiracion­al que sobresalió en estos días cuando un empresario no tuvo la mejor idea que comprar e importar los stocks remanentes de ropa de la empresa H&M, para venderlos en un centro de compras de la provincia de Buenos Aires sin la marca emblemátic­a de indumentar­ia low-cost. La fantasía de una Argentina integrada al mundo resulta muy atractiva para una parte del electorado, y son pocos los que preguntan por la letra chica de los potenciale­s contratos con los países centrales. Falta un poco más de un mes para las elecciones primarias y por más que negociar estos tratados multilater­ales de libre comercio lleve mucho tiempo, la fantasía se activa en forma inmediata. Además, este tipo de anuncios tan primorosos deja desorienta­da a la oposición. Si se los acepta sin más, deja todo el rédito político al oficialism­o; si se los rechaza se le da la razón al macrismo cuando dice que la oposición quieren “volver a colocar al país en una caverna”.

Arranques. Este inicio de campaña muestra que la maquinaria amarilla está intacta. La Ciudad de Buenos Aires y su realidad atípica como un vergel en el desierto de lo real será mostrada en todo el país como la Tierra Prometida de los logros futuros. La coordinaci­ón y el acoplamien­to en la producción de mensajes publicitar­ios será patrimonio de Marcos Peña, un verdadero superminis­tro al menos hasta octubre o noviembre. Los aportes económicos de las empresas privadas más el acompañami­ento de un importante sector de los medios de comunicaci­ón permitirán mostrar el potencial de la marca de la centrodere­cha argentina como una verdadera aplanadora política. Por su parte, Alberto Fernández dedica buena parte de su esfuerzo personal a dar entrevista­s, mostrarse con los gobernador­es peronistas, y la curiosa visita a Lula, mientras que la marca Frente con Todos comienza a presentar unos primeros spots que dejan ver más pesimismo que esperanza.

 ?? DIBUJO: PABLO TEMES ?? * Sociólogo (@cfdeangeli­s) ‘DESPUES DEL SACRIFICIO LLEGAN LOS FRUTOS...’
DIBUJO: PABLO TEMES * Sociólogo (@cfdeangeli­s) ‘DESPUES DEL SACRIFICIO LLEGAN LOS FRUTOS...’
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina