PELLA TUVO SU TARDE DE GLORIA EN WIMBLEDON
Venció a Kevin Anderson, finalista en 2018, y avanzó a los octavos de final.
El bahiense Guido Pella, vigésimosexto cabeza de serie, se deshizo en tres sets del sudafricano Kevin A nderson, finalista del año pasado en Wimbledon, para pasar a octavos del tercer de Grand Slam de la temporada. Pella, de 29 años y que vive en 2019 el mejor año de su carrera, necesitó dos horas y media para imponerse al sudafricano, cuarto cabeza de serie y número 8 de la clasificación ATP, por 6-4, 6-3 y 7-6 (7/4).
El argentino comenzó el partido un poco lento, no le entraban los primeros saques y a veces le costaba restar los de su rival, un jugador muy alto y con un servicio peligroso. Anderson mostró rapidez en las piernas, buenos reflejos y golpes precisos. Pero Pella, que ganó sus juegos de saque con menos facilidad que el sudafricano, arriesgó en la red en puntos decisivos y ganó confianza imponiendo a Anderson dos roturas consecutivas: al final del primer set y el principio del segundo.
De poco le sirvió al finalista de la pasada edición, donde se había inclinado ante el serbio Novak Djokovic, desplegar su gran servi
cio ante el zurdo argentino que se mostró muy eficaz con el drive y los passings. En una tercera manga muy disputada, Pella peleó cada punto como si en ello le fuera la vida y sentenció con un ace el pase al tie-break, donde arrancó dos sonadas ovaciones de un público puesto en pie en la pista central del All England Club londinense.
“Me hizo la vida muy difícil, se movió muy bien”, reconoció el sudafricano.
Según Pella, el gran progreso que registró este año, entrando en el Top 30 con la mejor clasificación de su carrera, fue gracias a estar centrado mentalmente. “Tengo la cabeza donde debe estar”, afirmó y “estoy jugando de manera mucho más agresiva que en años anteriores”.
Favorito. Djokovic, que la había tenido fácil hasta ahora, con rivales que apenas lo habían hecho sudar, se enfrentó ayer al polaco Hubert Hurkacz, número 48 del mundo, al que había derrotado en la primera ronda de Roland Garros, que lo puso en dificultades en el primer y sobre todo el segundo set.
Fue un partido incómodo, que más de una vez vio al polaco tirarse al suelo para pelear una bola, y que se acabó saldando en tres horas por 7-5, 6-7 (5/7), 6-1 y 6-4 a favor de Djokovic. “Querría felicitarlo, combatió bien, jugó bien”, afirmó el serbio.