El Estado se queda con el 56,9% de la renta del sector agrícola
Según el último Índice FADA, los impuestos nacionales no coparticipables representan el 53% de todos los impustos que se cobran sobre cada hectárea agrícola.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) presentó su Índice FADA, que mide de manera trimestral cuánto de l a renta agrícola queda en manos del Estado. Se entiende a la renta como el resultado del valor de la producción a precios FOB, menos los costos de producción, comercialización y administración. Esta renta se divide entre el costo de la tierra, el resultado de producción y los impuestos.
La medición correspondiente a junio de este año reveló que el 56,9% de la renta es retenida por los distintos niveles estatales, donde están incluidos el municipal, provincial o nacional. Desglosado por cultivo, la participación del Estado en soja es del 65,3%, en maíz 46,4%, en trigo 50,1% y en girasol 70,1%.
David Miazzo, economista jefe de FADA explicó: “Las diferencias entre cada cultivo son por l os i mpuestos, como el caso de soja que tiene 18% más de derechos de exportación que el resto, y por la renta que genera cada cultivo, a menor rentabilidad mayor participación relativa de los impuestos”.
“La alta participación de los i mpuestos nacionales no coparticipables está dada por los derechos de exportación, que explican el 53% de todos los i mpuestos que recaen sobre una hec tárea agrícola”, señalan desde la entidad.
Por su l ado, l os i mpuestos nacionales coparticipables son el impuesto a las ganancias y el IVA. Estos i mpuestos son distribuidos entre l as provincias, la ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional de acuerdo a lo que establece l a coparticipación. Los i mpuestos provinciales son mayormente el impuesto inmobiliario rural y el impuesto a los ingresos brutos. Por último, de l os i mpuestos municipales, el componente central son l as tasas viales. A nivel municipios y provincias hay diferencias entre las provincias, que se explican más abajo.
Según Miazzo, “la cuestión impositiva es central para pensar la competitividad del país, y sobre todo de las pymes. Por ejemplo, es clave en relación al reciente acuerdo Mercosur-UE, el cual amplía los mercados de Argentina, y sobre todo da acceso preferencial a un mercado de alto poder adquisitivo. Pero, para poder aprovechar las oportunidades que este acuerdo genera, tenemos que enfrentar los desafíos internos. El principal, es la competitividad, para poder competir con otras pymes y productores europeos y poder venderles en su propio territorio. Y los impuestos son parte central de la competitividad, el desafío es lograr bajarlos para poder exportar más, producir más y sobre todo, generar más empleo”.