El contraataque de Arribas pone en riesgo la tregua con la Corte
Pasó más de un mes desde que la Corte Suprema culpara veladamente a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por el festival de filtraciones telefónicas. Los cinco supremos coincidieron (algo poco habitual) en una acordada repleta de cuestionamientos hacia el organismo. A su vez le recomendaron a los jueces penales retacear los pedidos para que la ex SIDE interviniera en sus investigaciones.
Desde el 19 de junio, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani estuvieron preparando el contraataque con el equipo legal de la AFI. Días atrás, lo concretaron: acusaron a la Corte de avanzar de facto sobre las tareas legislativas, en perjuicio de los servicios de inteligencia.
La revancha de Arribas y Majdalani alteró la tregua política que existía entre la Corte Suprema y el Gobierno. Tras el golpe palaciego de Carlos Rosenkrantz hace casi un año, se consolidó un clima friccionado entre jueces y oficialismo.
Pero desde hace semanas regía una suerte de pacto de campaña. Los supremos incluso dilataron la definición de un fallo que el macrismo sigue con atención y pánico fiscal: los alcances de una sentencia sobre actualización de jubilaciones. La Corte bonaerense y el gobierno de María Eugenia Vidal también celebraron un alto al fuego, después de un cruce con el presidente de los supremos provinciales, Eduardo de Lázzari.
La nota de seis páginas fue enviada por el escribano Arribas a la Comisión Bicameral de fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia. Así, la conducción de la AFI ninguneó a la pasada a la Corte.
El amigo de Mauricio Macri y Majdalani le adjudicaron “al Máximo Tribunal la pretensión de prescindir de este Organismo en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo”. También negaron haber sido cómplices de algunos jueces en las “excursiones de pesca”, dentro de las escuchas ordenadas legalmente. Por vía de esa maniobra se conocieron las conversaciones de los ex funcionarios presos del kirchnerismo y de Cristina Kirchner, en 2017.
“Que auditen lo que quieran. Trabajamos dentro de las normas. Lo de la Corte es un mensaje que claramente contradice la ley”, afirma un dirigente cercano a los jefes de la ex SIDE.
Desde la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen organizado (DaJuDeCo), dependiente de la Corte, el ánimo con la AFI no podría ser peor. En la oficina que realiza las escuchas sospechan que Arribas y Majdalani buscan eludir una posible auditoría y controles más rigurosos. En especial, sobre el trabajo que realizan los espías, cuando un juez les ordena escuchar las pinchaduras. Desde la Casa Rosada, en cambio, apuestan por el siga siga pacífico hasta después de las elecciones.
“Pretende prescindir de este organismo en la lucha contra el crimen organizado”