Macri rezó con pastores evangélicos
Mauricio Macri preguntó si podían orar por el país. El pastor Rubén Proietti estaba esperando la sugerencia. El líder de las iglesias evangélicas se puso de pie en el acto. El Presidente lo imitó. Lo siguieron Marcos Peña; el secretario de Culto, Alfredo Abriani; el pastor y empresario Rafael Pedace, y el funcionario bonaerense Gastón Bruno. Los seis varones formaron un círculo espontáneo. Proietti improvisó un rezo.
“Le pedimos a Dios sabiduría, protección y paz para resolver, a través de los gobernantes, esta situación social de dolor para tantas familias”, afirmó con los ojos cerrados. Macri le agradeció. Presidente de Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República A rgentina (Aciera), Proietti le dejó una tarjeta con un pasaje bíblico titulado La nación que Dios bendice.
Durante la reunión del jueves pasado en la Casa Rosada, Macri les manifestó su preocupación a los tres representantes evangélicos. Los dirigentes religiosos le dieron más motivos para la aflicción, al relatarle escenas de pobreza y hambre explícito en la provincia de Buenos Aires. Con sus cinco mil iglesias salpicadas por todo el conurbano bonaerense, el evangelismo se convirtió en un eslabón más de la asistencia social, incluso a través de acuerdos formales con el Estado. La cita de Macri con los pastores llegó la semana pasada, dos días después el encuentro presidencial con la conducción de la Conferencia Episcopal Argentina.