Perfil (Sabado)

La artista que se mantiene lejos de todas las etiquetas

La actriz estrena la película de género Bruja. Asegura que no usa de modelo trabajos de sus colegas para no perder originalid­ad. Su preocupaci­ón por la violencia familiar y la trata de personas.

- ALEJANDRO LINGENTI

Actr iz versátil y con un prestigio muy bien ganado, Erica Rivas asume ahora un desafío importante: el de ponerse en la piel de una bruja, un papel riesgoso e inusual que interpreta en una película que tiene otra particular­idad: la participac­ión de Miranda, su hija, fruto de la relación con el popular actor Rodrigo de la Serna.

Bruja es un thriller que cuenta la historia de Selena, una madre soltera que vive con su hija Belén en una chacra modesta y alejada del ruido urbano. Domina el arte de la magia, un recurso que le será muy útil a la hora de enfrentar un drama duro e inesperado.

La película, que se estrenará el 12 de septiembre, fue dirigida por Marcelo Páez Cubells, un profesiona­l que sumó experienci­a trabajando en productora­s de Hollywood, escribió el guión para la adaptación cinematogr­áfica de la historieta de Roberto Fontanarro­sa Boogie, el aceitoso y debutó con una ópera prima titulada Omisión, en la que contó con el aporte de un elenco poderoso: Carlos Belloso, Gonzalo Heredia, Eleonora Wexler y Lorenzo Quinteros.

¿Qué tiene en cuenta Rivas para elegir un papel? No hay un patrón único, como bien explica ella: “No tengo una lógica inamovible, la verdad. Cuando me llegó la convocator­ia para esta película, dije: ‘Ya que se

llame Bruja es un montón!’ (risas). Pero me gustó la idea. Es una historia que se enfoca en un tema muy relevante para los adolescent­es y también en lo que le pasa a una mujer que, a partir de un hecho muy complicado que involucra a su hija, se reencuentr­a con una identidad y unos saberes que provienen de otras generacion­es”.

—¿Viste películas con brujas, o no solés tomar otros trabajos como referencia?

—No suelo usar modelos, pero no porque no me inspire el laburo de otras actrices. Trato de ser una buena observador­a de rasgos propios y ajenos en mi vida cotidiana para potenciar la imaginació­n a la hora de crear un personaje. El registro más habitual para un papel como este es el de las brujas que vimos muchas veces, esas brujas nórdicas de los relatos fantástico­s. No hay mucho más que eso... No sabemos bien qué hacían, y los conocimien­tos sobre plantas autóctonas que tenían, por ejemplo, no nos llegaron. La película plantea que ese conocimien­to, silenciado por la historia y la literatura, debe tener un lugar en el cuerpo y en la imaginació­n.

—Tuviste una coach para este papel.

—Sí, se llama Salomé y me ayudó un montón. Es muy interesant­e expandir el conocimien­to brujeril para no quedarnos con el eslogan de las marchas: “Somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar”. Yo creo que deberíamos hacer talleres de brujería, de telepatía... De todo lo que intuimos que nos puede abrir posibilida­des. Hay gente muy estudiosa, muy dedicada, como Salomé. Ella tiene una enorme bibliograf­ía y una experienci­a personal muy enriqueced­ora. Yo no tengo ningún poder de bruja. Creo que Miranda tiene un poco más. A mí no se me presenta ningún espíritu (risas).

—¿Cómo resultó la experienci­a de trabajar con tu hija?

—¡Muy buena! Es una actriz superinten­sa, muy impredecib­le, muy expresiva, muy “Rodriga”, diría yo. Miranda es muy sensible, y eso se nota en su trabajo. Es como una actriz de cine mudo, me encanta.

—En el teatro tenés más chances de trabajar bien un papel porque hay más tiempo para ensayar. ¿Cómo se resuelve eso en la dinámica del cine?

—Se sabe que en cine no se ensaya con la misma intensidad que en teatro, hay menos tiempo. Los períodos de investigac­ión y ensayo que yo propongo son muy largos para un director de cine.

—¿Y no corrés el riesgo de

“Yo creo que deberíamos hacer talleres de brujería, de telepatía...”

que se debilite tu trabajo?

—Como actriz de cine tengo que poner el trabajo en otra perspectiv­a. Obvio que me gustaría prepararme más, con una coreógrafa cuando hace falta, por ejemplo, o con un proceso de investigac­ión más largo... Pero eso es inviable en una película.

—Sobre todo hoy, que se hace todo en menos tiempo por las restriccio­nes presupuest­arias del cine nacional.

—Claro. Pero ojo que una película no se hace en tres semanas, eh. Se filma en tres semanas, que es otra cosa. Después uno puede dedicarle un tiempo previo de preparació­n también. Hay que investigar para poder entrar de lleno en el mundo que propone una película.

—Pero eso no debería depender de la voluntad de la actriz, ¿no?

—Obvio que ese proceso debe estar contemplad­o y debe ser remunerado. Da la impresión de que no es el escenario actual para las produccion­es argentinas. Está claro que necesitamo­s de políticas de Estado y también que haya institucio­nes privadas que aporten al desarrollo cultural. Igual me pregunto hasta dónde es bueno que la cultura entre en un sistema capitalist­a. Serían siempre los mismos haciendo las mismas cosas. A César González, un cineasta popular muy talentoso, el Incaa lo apoyó con una sola película. Y tiene siete... Lo más loco es que las autoridade­s nos dicen que está pasando algo que en realidad no está pasando. Nos dicen que está todo bien, nos mienten en la cara. Es todo bastante psicótico.

—Hay una crisis que excede a la producción de cine y se está haciendo cada vez más evidente, ¿no?

—Sí, de eso no hay dudas. Pero a mí me da un poco de vergüenza opinar de todo. Siento que estoy en un lugar raro... Los que nos dedicamos a la actuación no somos personajes tan importante­s. No podemos hablar de todo y decir siempre cosas importante­s e inteligent­es. Lo mejor que puedo decir lo digo actuando. Y después tengo contradicc­iones, como todos. Pienso algo hoy y otra cosa mañana. A veces me dicen “en una entrevista de 1993 opinaste que...”. Me gusta hablar de temas de actualidad, pero no tanto en público.

—¿Qué planes tenés de acá a fin de año?

—Voy a hacer Matate, amor en noviembre, porque Marilú Marini vuelve al país en octubre para hacer Sagrado bosque de monstruos en el Cervantes y aprovecham­os para reponer esta obra, con la que nos fue superbién. Vamos a ver cuántas funciones podemos hacer. Vengo de filmar

El prófugo, de Natalia Meta, con Nahuel Pérez Biscayart y Daniel Hendler. Fueron jornadas d ddc de dieciséis horas las de esa película. pelíc Me voy a Toron Toronto a acompañar el estreno inte ternaciona­l de

L Los sonámbulos, de Paula Hernández. Vuelvo para el estreno de

Bruja y me v voy de nuevo, a al Festival de Sa San Sebastián.

—¿ —¿Le escapás a la telev televisión?

— No N lo l dir ía de esa manera. Yo tuve la suerte de estar en un éxito como Casados con hijos, que me permitió dedicarme de lleno al teatro y al cine independie­nte. Me dio aire para eso. Si no, hubiera tenido que elegir menos y agarrar otros trabajos en televisión que no me convencían del todo. Veo actores que hacen esos laburos muy bien, pero yo no me sentiría del todo cómoda si los tuviera que encarar. Necesito más preparació­n, no soy buena improvisad­ora... Ojalá que pueda seguir eligiendo.

“Mi hija es una actriz superinten­sa, muy impredecib­le, muy expresiva.”

 ??  ?? ACOMPAÑADA. Para su papel en el film, Rivas tuvo una coach especializ­ada en lo esotérico, Salomé.
ACOMPAÑADA. Para su papel en el film, Rivas tuvo una coach especializ­ada en lo esotérico, Salomé.
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ??
FOTOS: CEDOC PERFIL
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ?? ANTES. Está agradecida a la fama que le brindó su trabajo en Casados con hijos, que le permitió luego participar de películas de la relevancia de La cordillera,
con Darín, y de Relatos salvajes.
FOTOS: CEDOC PERFIL ANTES. Está agradecida a la fama que le brindó su trabajo en Casados con hijos, que le permitió luego participar de películas de la relevancia de La cordillera, con Darín, y de Relatos salvajes.
 ?? MARCELO ABALLAY ??
MARCELO ABALLAY
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? ABRACADABR­A. El personaje que encarna la actriz en Bruja es una mujer que vive en el campo y maneja el arte de la magia en lo cotidiano.
ABRACADABR­A. El personaje que encarna la actriz en Bruja es una mujer que vive en el campo y maneja el arte de la magia en lo cotidiano.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina