Perfil (Sabado)

Después del temblor, hablar del desarrollo

BERNARDO KOSACOFF / UNIVERSIDA­D DE BUENOS AIRES

-

La economía requiere como condición ineludible la implementa­ción de marcos macroeconó­micos consistent­es, para sostener los equilibrio­s externos, fiscales y de financiami­ento, con la estabiliza­ción de la economía. Disminuir la volatilida­d viabiliza ocuparse de lo más importante: el desarrollo inclusivo. Una estrategia de desarrollo debe incluir explícitam­ente el fortalecim­iento de las capacidade­s empresaria­les, con incentivos y reglas de juego que propendan a las decisiones de inversión en el largo plazo, el aumento de la productivi­dad y la creación de empleo.

La evolución de los agregados macroeconó­micos en el período 2012-2019 dan una caída del PBI, con un fuerte impacto negativo en las fuentes del crecimient­o por parte de las inversione­s y las exportacio­nes. A su vez, la mayor prepondera­ncia del consumo es abastecida por el crecimient­o de las importacio­nes, que afectaron negativame­nte al superávit comercial externo y a la creación de empleo. Este compartimi­ento poco alentador de las inversione­s en esta etapa reciente acentúa un rasgo estructura­l de la economía en el largo plazo. El coeficient­e promedio anual de la serie de inversione­s desde 1950 hasta 2018 como porcentual del PBI a precios corrientes es de solo el 16,61%. En el período 20122018 es del 15,34% promedio anual. Las estimacion­es para 2019 dan una importante disminució­n, que está explicada mayormente por las maquinaria­s y equipos, mientras que la caída de la inversión en construcci­ón fue menor.

A los inicios de la nueva gestión del Gobierno, en diciembre de 2015, se esperaba la denominada “lluvia de inversione­s”. Las cifras evidencian un proceso muy distinto. Estos bajos desempeños agregados de la inversión, sin embargo, son resultado de dos sectores notablemen­te heterogéne­os: 1. Sectores competitiv­os y con marcos regulatori­os, con una actitud proactiva inversora, 2. Sectores alejados de la competenci­a internacio­nal.

1. Sectores competitiv­os y con marcos regulatori­os: están caracteriz­ados por fuertes desarrollo­s de capacidade­s competitiv­as previas que tienen una posición de mercado con alto valor y con activos específico­s hundidos muy significat­ivos (maquinaria y equipos, activos tecnológic­os, marcas, recursos humanos, etc.) que los ubican cerca de las mejoras prácticas internacio­nales. Su estrategia de negocios combina valorizar esta posición de mercado, junto con el flujo de retornos esperados. Si dejan de invertir pierden competitiv­idad y el valor de riqueza de la empresa se erosiona rápidament­e. Son los sectores que explican gran parte de las exportacio­nes, de los gastos de innovación, y reclutan el empleo de mayor calificaci­ón. Simultánea­mente, el gobierno actual adecuó los incentivos y dio marcos regulatori­os que le han dado horizontes más largos y previsible­s, con incentivos e institucio­nes más favorables. Es de destacar: 1) marcos regulatori­os, mercados, precios, acuerdos sindicales, en petróleo y gas no convencion­ales y energías renovables; 2) renovación y ampliación de los incentivos a los servicios basados en el conocimien­to; 3) desarrollo de infraestru­ctura de aeropuerto­s y líneas de aviación para el turismo; 4) permiso para la exportació­n de carnes y granos, con el desarrollo de negociacio­nes internacio­nales; 5) regulación de la industria automotriz; 6) impulso a proyectos mineros (litio, oro, cobre, uranio); 7) expansión de la infraestru­ctura: telecomuni­caciones, ferrocarri­les, puertos, movilidad urbana, rutas.

2. Sectores de menor competenci­a: están caracteriz­ados por estar alejados de las mejores prácticas internacio­nales, con problemas de escala y economías de especializ­ación, factores que se agravaron desde 2011 por el escaso dinamismo de las inversione­s y mejoras de productivi­dad. Tienen activos específico­s, con posiciones de mercado no valorizada­s, que requieren de fuertes procesos de inversión. Para su actualizac­ión no es suficiente el esfuerzo individual de la empresa. Influyen notablemen­te condicione­s sistémicas que se han agravado. El Gobierno las reconoce y tiene como objetivo rever tirlas, pero sus resultados aún no están. Aumentos de costos logísticos, fuerte crecimient­o de la presión impositiva, aumento del ausentismo laboral y de los costos de litigio, escasos proveedore­s especializ­ados son, entre otros, factores que traban las decisiones de inversión. A su vez, toda estrategia de negocios requiere de su financiami­ento, y el mercado de capitales está muy alejado de dar instrument­os, tasas y acceso para el proceso de inversione­s. Simultánea­mente, falta articular un mensaje que mejore la confianza y expectativ­as, y una estrategia para fortalecer a estos sectores.

La evolución de las inversione­s en construcci­ones desde 2016 tuvo alg unos elementos distintivo­s. Por una parte, la construcci­ón privada fue favorecida, particular­mente en 2017, con los créditos hipotecari­os y la disponibil­idad de los fondos del blanqueo impositivo, de alrededor de 100 mil millones de dólares, ya que los fondos no atesorados tuvieron un destino privilegia­do en la actividad constr uctora. Este financiami­ento determinó que la crisis del sector, a partir de abril de 2018, impactara fuertement­e en la actividad, pero con ajustes menores en los precios de las propiedade­s. Por otra parte, la inversión en construcci­ón pública se frenó con las dificultad­es macroeconó­micas, que afectaron el financiami­ento propio y la estrategia de la participac­ión privada en los PPT. Sin embargo, en aspectos cualitativ­os se destaca una mejora significat­iva en los procesos licitatori­os y ejecutorio­s, con fuerte impacto en la reducción de costos, calidad de las obras y cumplimien­to de los plazos.

Poner todos los incentivos y disminuir las incertidum­bres para fortalecer el proceso de inversione­s es uno de los pilares de un desarrollo sustentabl­e. La seguridad jurídica es fundamenta­l para determinar los derechos de propiedad. Pero no es el único determinan­te de la decisión inversora. Invertir es tomar una decisión en el presente que compromete el futuro. Invertir impulsa difundir externalid­ades positivas a través de la generación de riqueza, empleo y capacidade­s empresaria­les en la producción de bienes y servicios. Es necesario transitar una dinámica de cambio estructura­l aún ausente. Las experienci­as exitosas muestran que la articulaci­ón de los esfuerzos privados y los instrument­os de política pública juegan un papel central para generar las condicione­s de inversión.

 ?? CEDOC PERFIL ?? EN LA URGENCIA. Las pantallas de la City, postal argentina.
CEDOC PERFIL EN LA URGENCIA. Las pantallas de la City, postal argentina.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina