Mirada integral
Esta semana tuvo lugar en Córdoba la 1º Jornada de Malezas Resistentes para analizar en qué lugar está parada la agricultura argentina hoy en temas de malezas problema y cuáles son los próximos pasos a evaluar. El caso es que en los últimos años se multiplica la aparición de nuevas resistencias. Hace menos de una semana incluso se publicó la resistencia a herbicidas ALS de la maleza Conyza sumatrensis conocida vulgarmente como “Rama negra”, en el sur de Santa Fe.
Desde la Red de Malezas de Aapresid i ndicaron que “existen sospechas de resistencia a ALS en otros puntos del país, como Entre Ríos, norte de Buenos Aires y Santiago del Estero”
Además, en 2015 en Argentina Conyza sumatrensis ya había sido informada como resistente al herbicida glifosato.
La situación muestra el avance en la presión de selección y la forma en que se vulneran las tecnologías disponibles. Las mismas compañías de activos químicos indican que, cada vez en menor tiempo, pierden validez los nuevos producto a campo.
Los malezólogos continúan con su prédica permanente de no dejar todo liberado a lo químico y pasar a contemplar el problema de una manera integral.
Como primera medida cabe pensar en un sistema a largo plazo, planificado y con pautas claras de trabajo. Sabiendo, inicialmente, qué cultivos se prevén en la rotación a mediano plazo (3 años cómo apunta el Ing. Agr. Juan Caporicci, gerente de Herbicidas Cono Sur de FMC).
Luego, cabrá seleccionar los pr incipios activos, rotándolos para evitar resistencia y fitotoxicidad.
El futuro agrícola implica productores muy prolijos, que hagan uso sustentable de las herramientas y de las prácticas culturales en los lotes.
“Crece el quiebre de resistencias de malezas a los herbicidas”.