Perfil (Sabado)

Sacheri, el escritor que fabrica éxitos en cine

Autor del libro de La odisea de los giles.

- AGUSTIN JAMELE

En 2009 la película más vista en Argentina fue El secreto de sus ojos con más de dos millones de espectador­es. Más tarde ganaría el premio a Mejor Película en idioma extranjero en los Oscar y quedaría en la historia del cine internacio­nal. Cuatro años después Metegol también pasó los dos millones de espectador­es y fue la cuarta película más vista en el país. En 2015 se estrenó Papeles en el viento que fue la quinta película nacional más vista de ese año.

Y en lo que va del 2019 La odisea de los giles, todavía en cartelera, ya es la película argentina más vista del año con más de un millón de espectador­es.

Las cifras son contundent­es aunque leídas de corrido estos filmes no parecen tener conexión entre sí. Los directores fueron distintos –salvo dos ellas que fuerondiri­gidas por el mismo realizador–, los actores también (salvo Darín que se repite en dos), y hasta una fue animada. Sin embargo, sí hay un lazo y es que todas esas historias surgieron de la imaginació­n del mismo hombre: Eduardo Sacheri. “El cine es multitudin­ario en cuanto a la gente que está involucrad­a mientras que el laburo de los libros es mucho más solitario. Creo que ese es el mayor aprendizaj­e que uno tiene que hacer y ahora podría decir que estoy más acostumbra­do a esta multiplici­dad de voces involucrad­as”, cuenta el escritor a PERFIL y explica que va a cada rodaje de los filmes que se basan en una obra suya.

—¿Cómo viviste el estreno de “La odisea de los giles”?

—Lo que tiene una película basada en un libro tuyo es que te genera una ansiedad particular en el sentido de que los libros tienen otro tiempo para madurar y prosperar. Las películas se mueven con la urgencia de unos pocos días donde se decide su suerte en tanto éxito o no. Un libro a lo mejor lo podés publicar, arrancar despacio, permanecer en las librerías y puede ir lentamente madurando en el gusto de los lectores. El cine no: necesita debutar y ganar.

—Y aparte hay mucha gente involucrad­a...

—En un libro la editorial obviamente hace una inversión pero cada editorial publica un montón de libros cada mes. No es que son cientos de personas que trabajaron un montón de horas en un solo proyecto. Productore­s que metieron un montón de plata, técnicos que estuvieron meses trabajando, Sebastián Borensztei­n, en este caso, que estuvo tres años laburando, Ricardo y el Chino Darín como productore­s otro tanto. Ahí uno ve que son un montón de destinos los que parecen decidirse en muy pocos días y que a la película le vaya bien es un alivio.

—¿Te ponés nervioso con ellos?

—Sí, seguro. Además nos tocó estrenar en un momento especial. Nosotros sabíamos que estrenábam­os después de las PASO pero lo que nadie sabía era que iban a ser días tan turbulento­s. Entonces la verdad que fueron días de mucha tensión y por suerte la película anduvo muy bien.

—¿Te imaginabas que ibas a formar parte de la industria del cine nacional?

Recién cuando estamos escribiend­o el guión y el director me dice que tal personaje lo va a hacer fulano le pongo la cara en el guion

—No me imaginaba siendo parte de la industria editorial, menos de la del cine (risas). Me encanta que suceda y no me es indiferent­e porque me resulta super estimulant­e y a mis libros les hace bien. La masividad del cine le viene genial a los libros en el sentido de que mucha más gente tiene la posibilida­d de conocerlos un par de años después de haberlos publicado.

—¿Te gusta ir a los rodajes?

—Soy muy de ir pero dejo claro que no voy a molestar. Me gusta estar en un rincón, con auriculare­s, y en los frecuentes tiempos muertos del rodaje si podemos charlamos un poco. Si veo algo que se me ocurre sugerir en ese momento lo hago pero siempre entendiend­o cuál es mi lugar. Es un equilibrio complicado y ojalá haya estado a la altura. Habría que ver cómo ellos (los Darín y Boresztein) lo vieron igual, porque capaz para mí estuve bien y ellos te dicen que soy un molesto (risas).

—Cuando escribís un nuevo libro, ¿te pasa de pensarlo en el cine?

—Para nada. Ahora en octubre sale una novela mía nueva que se llama Lo mucho que te amé. Es una historia de amor ambientada en la Argentina de los años ‘60. Si vos me preguntás si la veo como película la verdad es que no. Ahora, viene un director o directora dentro de ocho meses porque la leyó y le gustaría hacer una película y lo charlamos. Lo que necesito es que sea alguien del mundo del cine el que piense y tenga la idea en la cabeza.

—¿Tampoco le ponés cara de actores a los personajes?

—Nunca. Recién cuando estamos escribiend­o el guion y el director me dice tal personaje lo va a hacer fulano le pongo la cara en el guion. Por ejemplo en La odisea... yo sabía qué tres personajes hacían Ricardo, el Chino y (Luis) Brandoni. Los demás todavía no tenían designado a su actriz o actor, entonces era una mezcla de rostros famosos con rostros anónimos.

—¿Hay algo que destaques de tus experienci­as en rodajes

Lo que yo siempre destaco es que me ha tocado laburar con buena gente en cada uno de esos proyectos. En

El secreto de sus ojos y en

Metegol con (Juan) Campanella, en

Papeles en el viento con (Juan) Taratuto y en La odisea con (Sebastián) Borensztei­n. Todos son distintos entre sí pero son buena gente. Eso te da como un paracaídas y ningún problema es demasiado grande.

—¿Qué te generan los grandes eventos de lanzamient­o a los que vas con ellos y los actores?

—Me los tomo como algo divertido. Igualmente no dejo de estar en la periferia del asunto. Es como un mundo raro en el que no pensé nunca que iba a estar. No es que no tuviera mis sueños profesiona­les pero realmente iban por otro carril. Mi sueño era una beca del Conicet eventualme­nte. En un momento esos sueños quedaron de costado y empezaron estas otras situacione­s que la verdad nunca soñé. Aparte la primera película en la que me involucro gana el Oscar. Es raro. Jamás soñé con ir a Hollywood. Lo que no significa que no lo disfrute, pero la reacción es más la sonrisa incrédula que la materializ­ación de un sueño.

—¿Sos de ver películas e ir al cine?

— Mucho. No soy un experto ni mucho menos pero así como soy un voraz lector también soy un voraz mirador de películas y en el cine. A mí me gusta ir al cine desde que soy chico. Me fascina que se apague la luz y que te envuelva el sonido. Por eso me rompe mucho la gente que está con los celulares en el cine o el ruido cuando comen el pochoclo. Para mií el cine es una fiesta sensorial. Eso me pasó toda la vida y me sigue pasando. Durante muchos años daba un montón de horas de clase por semana pero tenía unas horas libres los lunes a la tarde. Entonces me iba solo al cine de Haedo a ver lo que estuviera en cartel. Fueron años así y siempre fue un placer.

—¿Ves algo en especial?

—No soy muy original. Veo las de Woody Allen, las de Tarantino, etc.

—Vi que haces trekking con tu hijo. ¿Te ayuda a desconecta­r?

—Mis hijos ya son grandes. El varón tiene 23 y la mujer 19. Están en la facultad y tienen sus vidas pero siempre fuimos de caminar mucho, subir cerros y esas actividade­s en las vacaciones. Siempre fui de esos padres que estimulan la aventura por así decirlo.

—¿Hay alguna aventura pensada a futuro?

—Con mi hijo estamos con ganas de subir al Lanín, entonces empezamos a realizar unas cuantas salidas previas como para ir midiéndono­s y ver si las resolvemos bien. Son parates lindos porque durante tres o cuatro días suspendés tus otras cosas y te dedicás a charlar y a perder el tiempo. Para mí los vínculos de familia son lo más importante en la vida. Los de amistad también pero sobre todo los familiares, entonces les dedico mucho tiempo. Por ejemplo los fines de semana no escribo nunca. Ahora no hace falta porque mis dos hijos ya tienen sus vidas, pero durante muchos años yo el fin de semana lo dedicaba solo a ser padre.

No me imaginaba siendo parte de la industria editorial, así que menos me veía siendo parte de la industria del cine nacional

 ??  ??
 ?? JUAN FERRARI ?? REALIDAD INESPERADA. “Jamás soñé con ir a Hollywood; mi sueño era eventualme­nte una beca del Conicet”, dice Sacheri.
JUAN FERRARI REALIDAD INESPERADA. “Jamás soñé con ir a Hollywood; mi sueño era eventualme­nte una beca del Conicet”, dice Sacheri.
 ??  ??
 ??  ?? ALBUM. 1. El secreto de sus ojos. 2. Papeles en el viento. 3. Metegol. 4. La odisea de los giles, escenas de sus libros llevados al cine. 1
ALBUM. 1. El secreto de sus ojos. 2. Papeles en el viento. 3. Metegol. 4. La odisea de los giles, escenas de sus libros llevados al cine. 1
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ?? 2
FOTOS: CEDOC PERFIL 2
 ??  ?? 3
3
 ??  ?? 4
4
 ??  ?? DUPLAS. Sacheri con el Oscar que ganó El secreto de sus ojos. Con Borensztei­n, director de La odisea de los giles.
DUPLAS. Sacheri con el Oscar que ganó El secreto de sus ojos. Con Borensztei­n, director de La odisea de los giles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina