EL RESULTADO DE UN TRABAJO A LARGO PLAZO
Sincera mente no esperaba que llegáramos tan lejos.
Sin embargo, no me sorprende este gran presente de la Selección porque además de contar con grandes individualidades como Scola y Campazzo, en lo colectivo han dado sobradas muestras de que son una de las mejores selecciones del mundo.
Este gran momento no es ni más ni menos que el resultado de un trabajo a largo plazo que se viene realizando desde los últimos cuatro años. No es producto del azar ni de una buena racha, sino del gran laburo que vienen haciendo bajo las órdenes de un cuerpo técnico que, indudablemente, es de primer nivel internacional. Tanto Sergio Hernández como Gabriel Piccato, Silvio Santander, Maxi Seigorman y el profe Manuel Alvarez saben muy bien lo que hacen y lo que pretenden de este equipo. Luego, en cada partido que disputan lo interpretan a la perfección. Sin duda que Oveja es el cerebro y principal responsable del gran momento de este equipo. El trabajo que está haciendo con los chicos es realmente increíble y ejemplar. Supo combinar a la perfección la experiencia de Scola y de Campazzo con las ganas de chicos como Laprovíttola, Vildoza y Deck, que vienen pidiendo primera desde hace ya mucho tiempo. Ahí está el sello y el verdadero gran laburo de Hernández, un entrenador con mayúsculas.
Si bien estamos en presencia de un equipo mayoritariamente joven y con muy poca experiencia en competencias internacionales, la verdad es que juegan con una soltura tan natural que realmente sor prende. Es asombroso lo que están haciendo ante rivales muy difíciles con jugadores extraordinarios.
Este equipo demostró que Argentina está a la altura de cualquier potencia. Es muy fuerte en defensa, no baja los brazos nunca y a la hora de atacar, los jugadores están tan seguros y confiados de lo que tienen que hacer que terminan complicando y sorprendiendo a todos los rivales.
Sin duda que estamos para más porque hemos dejado en el camino a quienes para mí eran los dos grandes candidatos a quedarse con el título: Serbia y Francia. Y si bien España es un rival de temer, ahora más que nunca creo ciegamente en esta selección. Tengo la convicción de que si mañana sale a la cancha tan enchufada como en los últimos tres días seguramente se va a quedar con la Copa del Mundo.
Las comparaciones son odiosas, pero indudablemente esta selección t iene muchas cosas de la Generación Dorada que tuve el orgullo de formar parte. Pero más allá de las coincidencias o diferencias que puede haber entre una y otra selección, lo único realmente importante es que Argentina está a un partido de volver a ganar una Copa del Mundo. Casi no importa si ganamos o no la final: lo que tenemos que rescatar de este gran momento que está viviendo el básquet argentino es que estamos frente a un gran equipo producto de un proyecto serio al que, hoy más que nunca, tanto los que amamos este hermoso deporte como los dirigentes tenemos que apoyar incondicionalmente.
SIN DUDA QUE EL OVEJA HERNANDEZ ES EL CEREBRO Y EL MAYOR RESPONSABLE DE ESTE EQUIPO Y DE ESTE MOMENTO