Droga en Ezeiza. Detuvieron a tres efectivos de la PSA sospechados por el intento de contrabando de 255 kilos de cocaína.
Son miembros de la PSA, la fuerza que controla la seguridad en las terminales aéreas. Estaban a cargo de los escáneres y llamativamente no advirtieron que doce maletas habían sido cargadas con cocaína.
Los 255 kilos de cocaína que fueron secuestrados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza estaban distribuidos en doce valijas y una mochila. El plan consistía en abordar el vuelo UX042 con destino a Madrid, de la empresa Air Europa, el martes 26 de septiembre a las 12.30. Pero algo salió mal y los diez jóvenes que habían despachado los equipajes terminaron detenidos.
El hallazgo de la droga disparó una batería de allanamientos en distintos puntos del país y hasta una inspección nocturna en el Ministro Pistarini que aceleró la detención de tres miembros de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la misma fuerza que hace cinco meses había detectado evidencias sobre el posible tráfico de cocaína a gran escala en la bodega de los aviones.
La causa es investigada por el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, quien este jueves encabezó una recorrida por el Aeropuerto de Ezeiza con el objetivo de avanzar en la hipótesis de la complicidad policial. “Se le mostró por dónde entraron los detenidos, dónde hicieron los trámites y cuál fue el recorrido de las valijas. Además, observó las imágenes de las cámaras de seguridad”, explicó a PERFIL una fuente que participa de la investigación.
En base a eso, el magistrado redactó en el lugar la orden de detención para los tres oficiales de la PSA. Según las fuentes consultadas, los efectivos apuntados cuentan con “muchísima experiencia”. Uno de ellos, incluso, llegó a formar parte de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN), una fuerza que se disolvió en 2005 después un escándalo narco similar: el tráfico de casi 60 kilos de cocaína en un vuelo de la empresa Southern Winds (SW ) que, curiosamente, también tenía como destino final España. En este caso, la droga estaba oculta en cuatro valijas que pasaron sin ningún problema los controles de los escáneres de la empresa privada TAS.
Hasta el momento hay 16 personas detenidas. Además de los policías y las mulas, fueron arrestados tres de los presuntos reclutadores.
Por la pureza de la droga, los investigadores sospechan que llegó a la Argentina proveniente de Bolivia, el proveedor más frecuente.
L a coca ína que muchas veces termina en Europa ingresa a nuestro país por diferentes vías. La más común es la terrestre, en camiones, autos y hasta ambulancias. Cuando se trata de un cargamento importante, el método más frecuente es utilizando avionetas que arrojan la carga desde el aire o aterrizan en pistas clandestinas.
Bochorno. Lo que pasó esta semana en Ezeiza es de una gravedad mayúscula, superior a la causa conocida como la de las “valijas voladoras”. Los investigadores no solo están asombrados por la cantidad de droga secuestrada sino también por la modalidad. Es que los narcos no utilizaron ningún truco para sortear los escáneres o engañar a los perros rastreadores, una señal más que evidente del control que tenían sobre la ruta.
La cocaína incautada estaba compactada en paquetes rectángulares que habían sido envueltos en papel film. Los criminales no se preocuparon por ocultar los atados en un doble fondo, porque evidentemente tenía aceitado el vínculo con policías y empleados aduaneros. No solo en Argentina sino también en España. Es que nadie se arriesgaría a enviar un cargamento tan importante en estas condiciones sin saber quiénes serían los encargados de los controles. En el mercado espa ñol, un k ilo
Los efectivos fueron detenidos después de que el juez Yadarola mirara los videos
de cocaína de máxima pureza cuesta aproximadamente 30 mil euros. En Ezeiza secuestraron 255, por un valor estimado en 7 millones y medio de euros (450 millones pesos).
La banda. “Estamos frente a una organización muy importante”, desliza uno de los voceros consultados por PERFIL. Los diez jóvenes que fueron detenidos en el aeropuerto tienen entre 20 y 30 años. Ninguno posee antecedentes delictivos. Para los investigadores, la banda realizó trabajos de scouting en el conurbano bonaerense.
Muchos viven en el partido de Tres de Febrero, en el ba r r io Ejército de los Andes, conocido como Fuerte Apache. Otros tienen domicilio en Moreno y la Ciudad de Buenos Aires. Solo dos habían viajado en avión.
Seg ún las fuentes, los acusados –seis hombres y cuatro mujeres– compraron los pasajes 24 horas antes del vuelo. Llegaron en distintos autos y con tiempo suficiente como para hacer compras en el free shop. De hecho, casi todas las valijas que llevaban la droga habían sido plastificadas en el ingreso a la Terminal A.
El secuestro de la cocaína no fue casual. Según las fuentes, los policías sabían que los narcos abordarían ese vuelo por un dato que surgió de una escucha telefónica. Lo que no imaginaron es que se animarían a trasladar semejante cantidad de droga en la bodega de un mismo avión y sin camuflarla.