El ex fiscal del Lava Jato quiso asesinar a un juez de la Corte
El ex fiscal general de Brasil Rodrigo Janot, una de las figuras centrales de las investigaciones del Lava Jato, confesó que estuvo a punto de asesinar a uno de los jueces de la Corte Suprema, Gilmar Mendes, que había sembrado sospechas sobre su hija.
“Le iba a dar un tiro en la cara y después me iba a suicidar”, afirmó Janot en una entrevista que ofreció a la revista Veja.
Versiones. El episodio se produjo el 11 de mayo de 2017 cuando Janot, exasperado por versiones de prensa sobre que su hija, abogada, trabajaba en un estudio que defendía a acusados por el Lava Jato, identificó a Mendes como la fuente de los rumores y decidió asesinarlo. El entonces fiscal general fue armado hasta la sede del Tribunal Supremo Federal (TSF) para ejecutar al magistrado, uno de los 11 que integran la máxima instancia de justicia del país. Su plan era darle tres tiros en la cabeza y después suicidarse.
“No iba a ser una amenaza, iba a ser un asesinato. Iba a matarlo y después me iba a suicidar”, sostuvo en otra entrevista, con el diario Folha de São Paulo.
Janot relató que fue al Supremo armado y que, antes de comenzar la sesión, se encontró con Mendes en una sala de la Corte, en Brasilia, y amartilló el arma. “Estaba solo, pero fue la mano de Dios. Fue la mano de Dios”, que impidió materializar su pensamiento, le dijo a Folha.
El Lava Jato llegaba en la época a su punto más alto. El ex presidente Lula da Silva acababa de testificar por primera vez ante el entonces juez Sérgio Moro sobre el lujoso tríplex por el que finalmente fue a la cárcel y se acababa de conocer un video en el que un estrecho colaborador del entonces presidente Michel Temer aparecía arrastrando una valija llena de dinero negro.
Respuesta. Mendes lamentó ayer en una nota enviada a los medios de comunicación lo que calificó de “impulsos homicidas” de Janot y le recomendó “buscar ayuda psiquiátrica”.
El magistrado sostuvo que el episodio revela que “el combate a la corrupción en Brasil” se convirtió en “rehén de fanáticos que nunca escondieron que también tenían un proyecto de poder”. “Si el hecho de no estar de acuerdo con un juez del Supremo lo expuso a tales tentaciones locas, me pregunto cómo condujo las investigaciones penales”, afirmó Mendes.
Janot fue un fiscal general comprometido con combatir los múltiples casos de corrupción en Brasil.
Puso en marcha la Operación Lava Jato, que investiga desde hace cinco años la red de corrupción en Petrobras, y ha llevado a prisión a decenas de empresarios y políticos.
Presentó duras acusaciones contra los ex mandatarios Luiz Inácio Lula da Silva (20032010), preso por corrupción desde abril de 2018; Dilma Rousseff (2011-2016) y Michel Temer (2016-2018), contra este último mientras ejercía la presidencia por medio de dos denuncias que fueron archivadas por el Congreso.
Mendes, por su parte, ha sido acusado repetidamente por sectores de la Justicia y de la prensa de ser condescendiente con varios acusados de corrupción, a los que les ha otorgado la libertad luego de que fueran puestos bajo prisión preventiva.