Tercer récord diario de muertes en Gran Bretaña
El primer ministro británico, Boris Johnson, que sufre de coronavirus, anunció ayer que permanecerá en cuarentena porque aún tiene síntomas, mientras el país registró un fuerte aumento en el número de muertos, que llevó a la Casa Real a anunciar un inusual discurso de la reina Isabel, previsto para mañana.
“Aunque me siento mejor, tengo síntomas aún. Tengo fiebre y debo continuar en cuarentena”, dijo Johnson en un video publicado en Twitter en el que pidió a los británicos que se queden en casa este fin de semana.
“Trabajamos todo el día para vencer al virus”, dijo el jefe de Gobierno, que sigue ejerciendo sus funciones desde su casa, en Downing street.
Criticado por su manera de gestionar la crisis el gobierno británico prometió efectuar 100 mil tests por día hasta finales de mes.
Realeza. Ayer, otro célebre contagiado británico, el príncipe Carlos, inauguró en forma virtual desde Escocia, donde cumple el aislamiento obligatorio, el Hospital Nightingale, gestionado por el servicio nacional de salud (NHS), habilitado en el palacio de congresos de Londres en solo nueve días y con capacidad para 4 mil camas.
“Fui uno de los afortunados que ha tenido el Covid-19 en una forma bastante suave”, dijo el príncipe. “Pero, para otros, la travesía será mucho más dura”.
Johnson y el príncipe Carlos son parte de los 38.168 casos confirmados de coronavirus en el Reino Unido. En las últimas 24 horas se registraron 4.450 más, según datos de ayer, que también mostraron que el jueves se batió por tercer día consecutivo el número de muertes diarias en el país, con 684 fallecidos más, lo que lleva el balan
ce de muertos a 3.605 desde el inicio de la epidemia.
Entre los fallecidos hay, al menos, una enfermera del servicio nacional de salud.
Por su parte, la reina dará un discurso televisado al Reino Unido y la Commonwealth mañana a las siete de la tarde, hora local, un gesto poco habitual.
La monarca, de 93 años, solo ha dado tres discursos especiales en 68 años de reinado: después de la muerte de su madre, en 2002; antes del funeral de Diana de Gales, en 1997; y durante la primera Guerra del Golfo, en 1991.
Desde el 19 de marzo, Isabel se encuentra junto a su esposo, el príncipe Felipe, de 98 años, en Windsor, al oeste de Londres, por precaución. Con todo, desde Palacio aseguran que ambos están en “buena salud”.