Las muchas vidas de las tablas
Varias obras componen la oferta disponible para ver trabajos tanto infantiles como del off. Desde el Cervantes hasta Timbre 4, pasando incluso por el mítico Globe, las artes escénicas resisten.
Se sabe que el teatro necesita la presencia de un intérprete y un espectador, como mínimo. Pero en estos tiempos de cuarentena, muchos creadores apelan a la tecnología para seguir expresándose y acercarse a su público, de todas las edades, aunque ahora sea a través de una pantalla.
Los primeros en solidarizarse y entregar espectáculos online de manera gratuita fueron los ámbitos estatales. Así, el Teatro Nacional Cervantes desde el 22 de marzo decidió ir poniendo propuestas ya grabadas en sus espacios online. Para la platea adulta está Tarascones, de Gonzalo Demaría, dirigida por Ciro Zorzoli, con el elenco que la estrenó en la Sala Orestes Caviglia en el año 2016: Paola Barrientos, Eugenia Guerty, Alejandra Flechner y Susana Pampín. También en su página hay un espectáculo para los más pequeños: El hombre que perdió su sombra,
con dirección de Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm.
Del mismo modo se puede asistir a otras propuestas desde la web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Cultura en Casa. Estará uno de los clásicos de Lola Arias: Campo minado.
Mirada inquietante, con la participación de ex combatientes de Malvinas. La subieron el 2 de abril como homenaje a los caídos en la Guerra de las Malvinas, y allí se mantendrá.
El Centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, ya habilitó un link por el cual se pueden ver los espectáculos que integraron su ciclo de Operas Primas: El fin,
de Giuliana Kiersz; Doberman,
escrita y dirigida por Azul Lombardía; Cyan, de Pilar Fridman; Marisa Wayner Vende, de Consuelo Iturraspe; Deisy, de Felipe Villanueva, y La última fábula,
de Federico Lehmann. Existe la posibilidad de ver reportajes y bajar libros en el sitio del Rojas.
El gran problema lo tienen los espacios independientes o alternativos. Es por eso que El Picadero ofrece entradas a solo $ 500 de lo que estrenará en los meses después de la pandemia –como Jauría, del español Jordi Casanovas, dirigida por Nelson Valente–. Como señaló su dueño (Sebastián Blutrach), es una pequeña pyme que mantiene a treinta personas, y de este modo podrán subsistir proyectando a futuro (se consiguen en Plateanet sin costo adicional).
De estos espacios fue Timbre 4 uno de los primeros en proponer ver espectáculos desde su sitio web. Este fin de semana está La omisión de la familia Coleman, de Claudio Tolcachir, que se transformó en una de las obras nacionales que más viajaron por el mundo.
Los otros serán: Capitán, escrito y dirigido por Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu, y Yo tenía un plan, de Mónica Acevedo y María García de Oteyza. Dan la posibilidad de hacer un aporte voluntario desde la misma página. “El 50% de lo recaudado –subrayan– será para la compañía, y el otro 50% para el teatro. Cualquier colaboración es vital para sostener nuestro trabajo. Trabajo que como sea seguiremos haciendo”.
En Youtube se permite de manera gratuita acceder a distintos escenarios y tiempos sin moverse de la casa. Algunos elencos de las provincias también invitan a ser vistos. Desde Santa Fe se ofrece Edipo y yo, escrita y dirigida por Edgardo Dib. El Teatro Ciego subió a su web Un viaje binaural por Argentina. Mientras que para la platea menuda está Ana Padovani leyendo cuentos.
Y hay creaciones que ya forman parte de los clásicos nacionales: De mal en peor (2005), La pesca (2008) y La máquina idiota (2013), de Ricardo Bartís, o Los mansos, de Alejandro Tantanian (2005).
A pesar de la cuarentena, el teatro se las ingenió para seguir formando parte de la vida de los argentinos.