El absurdo más divertido y feroz
Los videojuegos modernos son una fantasía para cualquiera, así sea una niña que recién comienza a jugar o alguien que los usa desde hace décadas. ¿La razón? La tecnología hoy permite excesos visuales, o incluso variantes en los gráficos, que asimilan exageraciones o texturas de otros medios (de la misma forma en que antes solo podía dibujarse lo exagerado en un cómic –Superman peleando con una criatura derrumbando una ciudad–, ahora se lo puede hacer en una computadora). Esa posibilidad es la base y trampolín con los que Omega Force y Namco Bandai trabajaron juntos para generar One Piece: Pirate Warriors 4.
La franquicia One Piece ya lleva más de veinte años divirtiéndose. Y el hecho de que este juego vendió más de medio millón de copias anticipadas en Japón (principalmente) es una prueba casi científica de ello. Eso no solo da muestras de su popularidad, sino de su capacidad de generar una franquicia gamer potable, principalmente gracias a su propia locura y carisma en el diseño. En un sentido, la principal virtud de este juego es cómo captura la esencia del original, que desde siempre ha apelado a un sentido desenfrenado de la hipérbole, de la imagen saturada, ya sea desde los villanos monstruosos hasta las hordas de miles de piratas abofeteados de una sola piña, pasando, claro, por destellos de esa perfecta mezcla entre pelea y comedia (donde los gráficos ayudan a insuflar libertad al relato). Aquí el efecto es el mismo, pero verlo en un juego y poder disfrutarlo es una experiencia diferente.
Esa traducción perfecta de la lógica del animé aplicada a un juego, sus niveles, y sus desafíos, genera una sonrisa permanente. Randy Le, Brand Manager de Bandai Namco, establece la razón de esa fidelidad: “Considerando que estamos cerca del aniversario, queríamos acompañar ese mismo evento con una nueva encarnación de la franquicia que permitiera en su lógica que se pudieran visitar momentos icónicos de toda la saga”. Y festeja el estilo de juego musuo que la compañía Omega Force ha logrado: “La idea es siempre obtener acción fuera de borda, sumando posibilidades pero nunca dejando de aprovechar esa ventana para la locura. Si quieren realizar ataques dementes y ver villanos caricaturescos del animé original no duden de que aquí estarán disponibles”.
Así es como 23 años después del comienzo de la saga, y luego de diferentes juegos, con combos que mezclan Bugs Bunny perfectamente con el clásico estilo de combate del animé, se llega a este perfecto exceso. El juego estará disponible para las consolas Playstation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Y puede ser uno de los éxitos del año, considerando que su anterior versión vendió un millón de unidades.