Perfil (Sabado)

La economía mundial cae más de lo esperado: ¿rebotará más rápido?

- JUAN J. LLACH* *Profesor emérito, IAE Business School, Universida­d Austral.

La mayoría de los datos económicos de los EE.UU. en el mes de junio fueron positivos. Por un lado, volvió la inflación al consumidor luego de tres meses de deflación: fue 0,6% la total –con fuerte impacto de los precios de la energía, que subieron más de 10%– y la inflación núcleo fue de solo 0,2%. Esto aleja, por ahora, el riesgo de deflación global. Lógicament­e, el dólar se está desvaloriz­ando, como analizamos más adelante.

En sintonía, los salarios reales cayeron en junio (-1,7%). En cuanto a la actividad económica, hubo fuertes subas en las encuestas de gerentes de compras, en las ventas minoristas, en la confianza del consumidor, en la industria manufactur­era y en la construcci­ón y la actividad inmobiliar­ia, con precios de las viviendas resistente­s a la baja. En fin, las exportacio­nes siguen cayendo, pero las importacio­nes dejaron de hacerlo. Una historia análoga podría contarse de China, con subas menores porque también lo fueron las caídas previas.

En Europa, como es habitual, las mejoras están siendo más lentas. Pese a estas auspiciosa­s señales –impulsadas principalí­simamente cierta inflexión de la pandemia en muchos países, más la aparente mayor cercanía de la vacuna– el FMI castigó el crecimient­o proyectado para el 2020, compensánd­olo parcialmen­te con una mayor mejora en el 2021.

En ese marco, el desempeño de los tres países latinoamer­icanos, Argentina (-9,9%), Brasil (-9,1%) y México (-10,5%), es decepciona­nte. Sus caídas proyectada­s para 2020 son sólo peores que las del Área Euro, pero las correccion­es hechas por el FMI entre abril y junio fueron las más negativas, y no sorprender­ía que vuelvan a empeorar.

El desenvolvi­miento de otras variables relevantes para apreciar la coyuntura de la economía global desde el inicio de la Covid. Sobresale nítidament­e la depreciaci­ón del dólar, no sólo respecto del euro y del oro, sino también de muchas otras monedas y de las commoditie­s.

En realidad, todos los activos y bienes fueron afectados, pero el peso argentino fue el único activo que cayó, junto al dólar. Subieron los precios de ese bien entre junio y julio. Por un camino imprevisib­le, la pandemia, parece realizarse nuestro pronóstico de 4 años atrás, que otorgaba alta probabilid­ad a la desvaloriz­ación del dólar estadounid­ense.

La pregunta que sigue, bastante relevante para la Argentina, es si continuara esta flojera del dólar. En nuestra opinión, ella continuará sólo si la pandemia vuelve a agravarse o si resultan fallidos los pronóstico­s de la cercanía de la vacuna. De no ser así, la Reserva Federal aumentará sus tasas de política monetaria y el dólar se fortalecer­á.

Por lo tanto, aunque hoy estamos mejor que el mes pasado, es poco probable que la Argentina se beneficie significat­ivamente de una sostenida o mayor desvaloriz­ación del dólar. Más probable es que pueda aprovechar una mejora provenient­e del debilitami­ento de la pandemia –que no es poco– y de la consecuent­e mejora del crecimient­o global.

La Reserva Federal de EE.UU. aumentará sus tasas y el dólar se fortalecer­á

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XINHUA PROYECCION­ES. Argentina, Brasil y México caerán entre 9 y 10%.
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